Revista Comunicación

SGU. Y la nave va…

Publicado el 23 diciembre 2010 por Watanabe
SGU. Y la nave va…¡Españoles, SGU ha muerto! Pero no seamos tan catastróficos. Como en la fantástica película de Fellini, de cuyo título me he permitido la estupidez de copiar para este post, Stargate Universe narra también las vicisitudes de un grupo de personas, un poco también abandonadas a su suerte en una nave (en este caso espacial) que, como aquella, parecía ya desde el principio que no llegaría a ningún sitio en concreto. También como en la película de Fellini, lo importante no es el destino en sí, sino más bien cómo se relacionarán los unos con los otros, éstos de diferentes rangos y posiciones sociales. Más allá de eso, mi extraña comparación entre la serie de SyFy y la película de Fellini es completa y absolutamente absurda, y sólo sirve para tener un título de entrada (a mi entender) bastante chulo e interesante, que también por otro lado me haga parecer la mar de intelectual y entendidillo. Olvidándonos de esto, y retomando el inicio del post, precisamente ayer me enteraba por sorpresa de la lamentable cancelación de SGU mientras escribía estas mismas palabras, y por ello mi repaso a su primera temporada quedará marcado por este hecho, convirtiéndose así, de repente, en un inesperado réquiem-post-seriéfilo, para una serie que prometía ser una de las más importantes de cara a los próximos años. Una vez informados de su terrible fecha de caducidad (que, tengo entendido, llegará tras el episodio veinte de su segunda temporada), solo queda pensar y desear que la serie tenga una muerte digna que nos haga recordarla como tan bien se está mereciendo. Unamos todos nuestras manos virtuales, mantengamos unos segundos de silencio, y continuemos con la lectura tras los puntos suspensivos…

SGU. Y la nave va…

"Las salidas fuera de la nave a planetas
perdidos, siempre dieron mucho juego"


Como posiblemente le ocurrió a Caprica, SGU fue víctima de lo que se puede llamar el efecto boomerang. O lo que es lo mismo, después de un gran piloto las expectativas se disparan y los siguientes episodios se vuelven contra uno como si fueran armas de destrucción masiva. No digo que estuvieran muy mal (a mí particularmente me entretuvieron bastante) pero sí se quedaron a medio camino entre esa ciencia ficción lujosa y un poco austera de intenciones, y un gran hermano espacial (con confesionario incluido) cuyos participantes fueran personajes a punto siempre de ser expulsados de la nave bajo amenaza de una muerte por aburrimiento. Quizá ahí esté la clave de su desgraciada y reciente cancelación. Es posible que en ese momento surgiera el agujero negro que se llevaría por delante a ese montón de telespectadores necesarios para subsistir que, desanimados ante tanta dispersión argumental, perdieron la paciencia bajándose del carro a las primeras de cambio. Y entre capítulos autoconclusivos irregulares, inconstantes, pero siempre solventes, personajes que intentaban acomodarse a sus tramas a empujones, y algún que otro fogonazo esporádico de gran talento visual y narrativo, por fin llegó ese episodio tan esperado por todos que, en principio, cambiaria el rumbo de la serie hacia lugares más estimulantes.

SGU. Y la nave va…

" Rush vs Young"

“Time” el 1x08, es uno de esos capítulos que tanto adoramos los fanáticos de la ciencia ficción, porque son capaces de justificar por sí solos una temporada entera de mediocridad. Por suerte en esta ocasión no hizo falta llegar a tal extremo, porque a partir de ahí los siguientes episodios fueron encontrando su tono e interés por si solos, y los personajes a su vez desarrollando sus propias personalidades, haciéndose cada vez más y más adictivos. Las luchas de poder e inteligencia entre el doctor Rush y el coronel Young cada vez se iban volviendo más complejas e instigadoras según se sumergía en ellas, y la misteriosa nave que los trasportaba a todos más fascinante y sugestiva con cada descubrimiento nuevo que llegaba a revelarse. Con cada nueva trama que nos regalaban, la serie fue adquiriendo personalidad propia, hasta plantarse ante sí misma con la cabeza y la calidad de sus guiones bien alta, y también con un buen abanico de misterios y situaciones entre sus manos, capaces de hacernos creer que esta serie podría llegar mucho más lejos de lo que pudiera parecer en sus orígenes.

SGU. Y la nave va…

"Atrapado entre dos bandos"

Por ponerle unos “peros”, es verdad que algunas situaciones importantes se resolvían de un plumazo, y sin apenas grandes respuestas, o que las famosas piedras de trasporte restaban en ciertas ocasiones esa sensación de claustrofobia que le hubiera venido muy bien en algunos momentos de la trama, pero aparte de eso, y algún que otro personaje descolgado, la serie parecía ir por el lugar adecuado hacia el camino de la excelencia. Una vez encontrado su hueco en su propio estilo, SGU comenzaría a explorar los oscuros rincones de su mitología dejando por el camino episodios tan geniales como el 1x 11 “Space”, al que ya le dedique un post entero en esta entrada, el 1x13 “Faith” en el que se confrontaría a la fe y la ciencia como MacGuffin para desarrollar una buena historia de decisiones humanas trascendentales, o incluso ese 1x 17 titulado “Pain”, que acabaría situándose en la mejor línea de los buenos y grandes thrillers psicológico-fantásticos. Llegados a este punto, y sin apenas darnos cuenta, la serie ya nos había conquistado a casi todos, y solo faltaba rematar la jugada con una finale de infarto que pusiera la guinda a un pastel tan excitante como este.
El doble episodio 1x19 y 1x20 titulado “Incursion”, no sólo fue un grandísimo y electrizante juego de ajedrez en forma de ficción televisiva, sino que elevó aun más la calidad de la serie dejando a ésta a la altura de los mejores shows de ciencia ficción de la última década. Así como el capítulo anterior 1x18 “Suvbersion” no me convenció demasiado por resultarme demasiado ambiguo e impreciso, los últimos fogonazos de temporada son todo un prodigio de ritmo, tensión, intensidad, y aventuras, de esas que dejan con el corazón en un puño y unas ganas locas de saber qué ocurrirá en la próxima temporada. Un cliffhanger de los de manual y chistera, que aún guardo en mi retina como uno de mis mejores tesoros televisivos del año.
Y ahora es cuando diréis: ¿Por qué no has visto aún el primer episodio de la segunda temporada, teniéndolo al alcance de tu mano? Respuesta: Llamadme masoca, pero es que soy un autentico adicto al placer de la espera. No lo puedo remediar.

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