Revista Viajes

Sherlock Holmes en Suiza

Por Inshalatravel @inshalablog

Meiringen es un pequeño pueblo del cantón de Berna, situado muy cerca de la localidad de Interlaken, en el corazón del valle del Alto Aare, a orillas del lago Brienzersee. El estar a los pies de tres grandes pasos de montaña: el Brünig Pass, el Susten Pass y el Grimsel Pass hacen que siempre haya sido una importante encrucijada de caminos. Cuenta con una estación de esquí para practicar deportes de invierno, y en verano sirve de base para senderistas y ciclistas de montaña.

Meiringen map. Inshala

Meiringen map

No es muy diferente a cualquiera de los bonitos pueblos de chalés de madera que nos encontraremos en cualquier parte del país alpino, podría pasar incluso injustamente desapercibido, siendo como es el pueblo donde un pastelero italiano inventó el popular y pringoso merengue (de “Meiringen” por deformación “merengue”), allá por el siglo XVIII, pero no es el caso.

El pueblo de Meiringen es famoso por su relación con uno de los personajes de ficción más populares de todos los tiempos y por un hecho que nunca sucedió, nos referimos a la muerte de Sherlock Holmes.

Esa mañana decidimos ir a visitar las cataratas de Reichenbach, estábamos pasando una semana de vacaciones en Suiza y nos alojábamos en Brienz, muy cerca de Meiringen. Como es sabido este es el escenario en el que Sir Arthur Conan Doyle, situó la encarnizada pelea entre Sherlock Holmes y su archienemigo, el Profesor Moriarty, en el  capítulo “El problema final”,  que acabaría con la muerte de ambos personajes. (En realidad Holmes no murió, como supimos años mas tarde), Conan Doyle estaba harto de su personaje y decidió matarle cerca del lugar donde pasaba largas temporadas de descanso, años después y tras muchas presiones del público, no tuvo mas remedio que resucitarle.

Conan Doyle Place. Inshala. Fotografía: JAPV

Conan Doyle Place

Esta es la razón por la cual Meiringen cuenta con una estatua y museo dedicados al famoso detective, una calle llamada Baker street,  el Hotel Sherlock Holmes y un restaurante-fondue con el mismo nombre. En el Hotel Park du Savage, donde se alojaba Conan Doyle durante sus viajes a Suiza, ofrecen a los huéspedes veladas detectivescas en las que intervienen actores profesionales, Sir Arthur tiene también dedicada una plaza en el centro de la localidad.

Catarata Reichenbach. Inshala. Fotografía: Zairón

Catarata Reichenbach

Desde el pueblo sale un  funicular que llega directamente a las cataratas, el trayecto dura apenas ocho minutos. Una vez allí se puede contemplar uno de los saltos de agua de mayor altura de los Alpes. Desde un estrecho barranco barrido por una fina cortina de agua pulverizada, la vista era espectacular y el ruido ensordecedor, el cielo estaba cubierto por densos y grises nubarrones a punto de descargar y la luz plomiza potenciaba el aspecto lúgubre de tan tremendo escenario.

Sherlock Holmes and Moriarty at the Reichenbach Falls. Inshala. DrBat

Sherlock Holmes and Moriarty at the Reichenbach Falls

A pesar de que la cascada no tiene mucho caudal, trasmite el dramatismo necesario para imaginarnos la escena en la que los cuerpos de Holmes y Moriarty se precipitan hasta el fondo de la cascada. Descubrimos  una placa en la pared de roca donde se constatan los hechos allí acaecidos y la fecha en que se produjeron, después y tras un agradable paseo por los alrededores cogimos el funicular de vuelta a Meiringen.

El Sherlock Holmes Museum, se encuentra en el sótano de una pequeña iglesia anglicana en el centro del pueblo, como amenazaba lluvia y era un poco tarde para hacer alguna actividad al aire libre, decidí ir a visitar  el museo.

Sherlock Holmes Meiringen. Inshala. Fotografía: Yesuitus

Sherlock Holmes Meiringen. Inshala. Fotografía: Yesuitus

Bajando unas escaleras se accede a la entrada, donde dos ancianas señoras sonríen al verme -algo me dice que esa tarde soy el único visitante- una de ellas se dirige a mí en alemán, como mi nivel de alemán es mas o menos el de un niño de dos años y en realidad solo me defiendo con cierta dignidad en bares y restaurantes, le pregunto que si habla inglés, la respuesta es si. La entrada cuesta  cuatro francos  e incluye un aparato de audio para seguir la visita en ingles, tras preguntarme de donde soy y pedirme disculpas por no tener disponible la charla en español, la señora me acompaña al principio de la primera sala, y yo entrada en mano y aparato de audio en oreja, me dispongo a empezar la visita con todo el museo para mi solo.

Consta de tres pequeñas salas, en dos de ellas se pueden ver objetos relacionados con el personaje y las aventuras de Sherlock Holmes y algunas pertenencias de Sir Arthur Conan Doyle, la sala principal, es una fiel reproducción del “living room” de la residencia del 221B de Baker street en Londres, donde vivían Holmes y el Doctor Watson. La visita dura aproximadamente media hora, y esta indicada solamente para verdaderos seguidores del detective, entre los que me incluyo.

Tras las huellas de #Sherlock Holmes en #Suiza#QuieroViajar

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De vuelta a la pequeña recepción del museo, me dispongo a entregar el aparato parlante, una de las ancianitas se despide y se marcha, es casi la hora de cerrar.

-¿Le ha gustado la exhibición?

-Claro, esta hecha con muy buen gusto, a la sala de estar no le falta detalle.

-Me alegro que le haya gustado, cada mañana nos ocupamos de que todo esté exactamente en el sitio que tiene que estar.

Charlamos durante un rato sobre Sir Arthur Conan Doyle y la señora me contó algunos chismorreos de la época en que el escritor visitaba asiduamente la localidad, después  hablamos sobre los modernos Sherlock Holmes.

-No es Sherlock Holmes, no hay ningún respeto por los personajes sobre todo ese……

-Robert Downey Junior.

-Si, ese actor americano.

En realidad las películas de Guy Ritchie sobre Sherlock Holmes me parecen bastante buenas y creo que son suficientemente “conandoylianas”.

-Aunque no me desagrada, yo particularmente prefiero a Jeremy Brett,  pero para mí el mejor Sherlock Holmes de todos los tiempos es Peter Cushing.

A la anciana se le iluminó la cara en ese momento.

-No hubo ni habrá otro como el, se nota que usted entiende.

Después de esta animada conversación, adquirí un mechero de recuerdo para hacer un regalo a un amigo que también es fan del famoso detective y la amable señora me regaló otro para mi, también me recomendó la lectura del libro “Arthur & George” de Julian Barnes, donde se relata un curioso episodio real de la vida de Conan Doyle.

Estación de Meiringen. Inshala. Fotografía: Andrew Bowden

Estación de Meiringen

Me despedí de la encantadora ancianita y salí a la calle, estaba anocheciendo y una fina lluvia caía sobre el pueblo mientras la niebla empezaba a bajar de la montaña, a mi espalda, oí como se cerraba la puerta del pequeño museo y vi como la señora se alejaba en dirección  a la estación de tren.

Tras dudar un poco me dije –creo que finalmente probaré ese merengue original- y me fui en busca de una pastelería, a los diez minutos estaba en un bar delante de una buena jarra de cerveza de abadía, así es la vida y la verdad es que a mi el merengue nunca me ha gustado mucho.

                                                                                                          Pepe

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