Revista Música

Shows: Bob Dylan en el Teatro Gran Rex (Buenos Aires, 26 de abril)

Por Bruno
Shows: Bob Dylan en el Teatro Gran Rex (Buenos Aires, 26 de abril)
Y los ángeles -benditos sean ellos- lo acompañaron y nos acompañaron, anoche, en el Gran Rex. Ahí estuvimos viendo a ese hombrecito de 70 años, delgado, con sombrero de ala ancha, traje con detalles de lentejuelas y pinta de arlequín, cantar sus canciones de siempre y de ahora.
Justo en este 2012 en el que se cumplen 50 años (sí, cincuenta) de la grabación de su primer disco, aquí lo tuvimos a Bob Dylan una vez más. Fue nuestra primera vez. Ahora le voy a poder contar a mis nietos que vi al Trovador arriba de un escenario, en mi Buenos Aires querido.
Shows: Bob Dylan en el Teatro Gran Rex (Buenos Aires, 26 de abril)Su show es una pasada de la mejor Americana que uno pueda imaginar: mucho blues, mucho humo, algunas baladas, todo apoyado y construido con sabiduría y sobriedad por esa inmensa banda de Saloon que tiene Bob detrás, con George Receli en batería, Tony Garnier en bajo, Donnie Herron y Stu Kimball en guitarras, sumados al gran Charlie Sexton, tambíén en guitarras.  Unos The Band levemente más modernos, para una música que, en realidad, no tiene tiempo.
Y es como dicen, nomás: el viejo Bob deconstruye y deforma sus propias canciones (tal como él mismo describe en el "Crónicas vol. 1") hasta hacerlas irreconocibles. Además de cambiar el setlist de noche a noche, sustancialmente. Flaquito y elegante, se mueve en el escenario apenas para ir del micrófono al órgano Korg, que acarició varias veces a lo largo del show.
Shows: Bob Dylan en el Teatro Gran Rex (Buenos Aires, 26 de abril)
Los Dylanólogos habrán detectado más temas, además de "Tangled up in blue", "It ain´t me babe", "Highway 61 revisited", "Leopard-Skin Pill-Box Hat", "Ballad of a thin man", "Love sick" y mucho de sus últimos discos ("Together through life" entre ellos) con Mississippi y el Delta Blues como horizonte. Antes de los bises, un par para calentar del todo a un público que lo ovacionó de principio a fin, con "Like a rolling stone" y "All along the watchtower".
Eso fue lo único parecido a una concesión, un favorcito, de un hombre que vino, tocó sus canciones y, como vino, se bajó del escenario. Apenas unas pocas palabras para presentar a sus muchachos. Nada de videos, ni de parafernalia. Como dijo otro grande, Talk is cheap. Que las canciones hablen por sí mismas, Bob.

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