Revista Juvenil

Si estuvieras aquí, de Francesco Gungui

Por Eltiramilla

Si estuvieras aquí, de Francesco Gungui“Ali, me he decidido. Quiero intentarlo”. Estas seis palabras de Luca dejan fuera del juego a Alice. Su chico se va a estudiar Económicas a la Universidad de Berkeley y ella se despide de él sabiendo que ni Facebook, ni Skype, ni las tarifas planas en Internet podrán ayudarla. Puede que sus dos años de amor no sean suficientes para resistir los 10.000 kilómetros que los separan… Y si es verdad eso de que incluso en los malos momentos podemos encontrar cosas positivas, ¿qué pueden sacar de bueno Luca y Alice en esta etapa si sus caminos parecen separarse cada día más? Tal vez el amor sea la única respuesta…

Tengo que deciros que después de leer la primera parte, que me pareció malísima, no tenía muchas esperanzas puestas en Si estuvieras aquí. Bueno, me gustó el título, y eso es siempre un buen comienzo. La disposición de los capítulos, en los que se alterna la voz de los dos protagonistas, también me pareció acertada, y es que así podemos ver el mundo según Luca y Alice. Gracias a esto conocemos a Luca, que en la primera parte de la serie pasó de puntillas a pesar de ser “el chico de la historia”. En esta segunda parte se presenta como alguien con una necesidad urgente de huir de todo, novia incluida, y con el miedo de acabar siendo como su padre, pinche de cocina (paradojas de la vida, el trabajo que encuentra en San Francisco). La Alice que podéis descubrir en estas páginas poco o nada me recuerda a la del primer libro: su situación actual sí es preocupante y busca soluciones, vale, pero me genera la sensación de historia apelotonada en la que los acontecimientos no fluyen sino que más bien se atascan a la espera de que otros los empujen, y así sucesivamente. Y en medio de tanto cambio, tanta huida y tantos mensajes sin contestar, aparecen dos desestabilizadores emocionales, o sea, Guido y Dalila. Sin duda lo mejor de la novela. Ellos sí saben lo que quieren y luchan por un imposible. Y, mientras, Luca y Alice deshojando la margarita (muy acertada la portada, por cierto). Del resto de personajes no hay mucho que decir. Martina sigue jugando a la ambigüedad y no aporta nada nuevo; es más, si leéis la primera parte y no os gusta el personaje, aquí os resultará peor: es aburrido, reiterativo y más vacío, si cabe. Y Mary vuelve a poner el toque frívolo y despreocupado, pero no me transmite nada; ni siquiera me hace sonreír.

En resumen, me ha parecido estar sentada en la vagoneta de una montaña rusa: dos o tres momentos buenos en los que me ha gustado lo que leía y el resto caída en picado, demasiadas cosas a demasiada velocidad pero sin emoción ninguna. Y aunque sí se puede apreciar un cambio en la madurez de los protagonistas y un argumento más elaborado, sobran en la historia muchos elementos que abultan pero no aportan nada: los personajes irrelevantes (que alguien me explique qué pinta en la historia la viejecita del Red Victorian) y las mil millones de cosas imposibles que les suceden a los protagonistas (sobre todo a Luca) en tres meses escasos, porque no perdamos de vista que la acción transcurre entre septiembre y diciembre. Ah, y dejando a un lado la previsibilidad del libro, una última cosa: la verdad es que me hubiera gustado otro final. Anyway, como dicen en San Francisco, si os encontráis en una situación similar, leed el libro y obviad las tonterías que hace este par de enamorados.


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