Revista Coaching

"Si la vida no te sonríe...¡Házle cosquillas!".

Por Ignacionovo

(FLASHBACK DE DICIEMBRE 2009) Autor: Fernando Armando. ¿Juegas habitualmente a la lotería? ¿Crees que no tienes suerte porque jamás te ha tocado un gran premio? ¿Piensas por ello que la vida no te sonrie como debiera? Bueno, ya dejo de hacer preguntas incómodas.
Seamos objetivos. Si tenemos que estar pendientes de si acertamos o no un juego de azar, para determinar nuestro grado concreto de felicidad, mal vamos. Nos puede ocurrir (de hecho, ocurre habitualmente) que jamás lleguemos a ganar un premiso considerable en la lotería. ¿Eso es capaz de desvalorizar el resto de lo que tenemos ya o logros que podamos conseguir en la vida?
A veces nos gusta -generalizo y seguro que me equivoco con ello- ir un tanto de víctimas, y pensar que lo bueno sólo les ocurre a otros. O sea, que al resto del mundo si que le toca la 'lotería' (en la forma que se te ocurra), pero jamás a uno mismo. Esto, que bien puede servir para acariciarnos un ratito el corazón y compadecernos al respecto de lo 'pobrecitos' que somos, no debería durar como broma más allá de cuatro segundos.
No seamos ni tan ilusos ni tan cortos de entendederas como para pensar que a los demás les ocurren siempre cosas espléndidas y a nosotros las calamidades, porque simplemente no es así. No sé cómo se establece el reparto, ni quién lo hará. No sé si ese reparto se determina desde algún despacho celestial o desde el departamento de atención al cliente del algún gran almacén aquí en la tierra, pero lo que si sé es que a la larga nuestras cuotas de fortuna se equilibran y que a todos al hacer balance final nos corresponden parecidas partes.
¿Que no te ha tocado nunca literalmente la lotería? Puede ser genuinamente cierto, pero a cambio te habrán correspondido otros 'regalos' que no tienen que ver con el azar y de los que otros carecen. Si cifras la suerte de tu vida exclusivamente en un premio material, quizá tengas razón y no hayas tenido suerte. Si alcanzas a ver más allá y crees que fortuna también es tener salud, trabajo, pareja, hijos, amigos, sueños, etc... quizá pienses que tampoco te encuentras tan mal retribuido.
Reflexión final: Estas no pretenden ser palabras para consolar, sino para desperezar. Si esperamos, como dice la frase de hoy, a que la vida nos sonría, puede que se pase toda nuestra vida y ni siquiera haya entreabierto los labios. Mientras tanto toca probar con las cosquillas. ¿No te parece?


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