Revista Coaching

Si no estás estresado, eres un don nadie

Por Falcaide @falcaide

Si no estás estresado, eres un don nadieEl otro día en twitter, un tuitero decía: “La cantidad total de tus tweets y la regularidad con la que tweeteas es directamente proporcional a la cantidad de tiempo libre que tienes”.
Evidentemente, lo decía con guasa, con tono de reprimenda a todos aquellos que pululan por el mundo tuitero dando la sensación de que no tienen nada que hacer y como si tener tiempo libre fuese reprobable. El comentario es respetable, como todos, pero lo que hay que exigir a cada persona es que intente alinear discurso y práctica.
A menudo, en Recursos Humanos vamos de “modernillos” y se nos llena la boca desde la tribuna con palabras bonitas, pero luego la realidad es que todo sigue igual en muchos aspectos, y en cuanto se baja el telón, la incoherencia es práctica común. Nada que objetar, pecados del ser humano. Como decía el Dr. House: “Es fácil creer en algo y no estar a la altura de tus creencias”.
En alguna ocasión he dicho que RRHH es el área de la empresa más cínica, no porque sea diferente a las demás, sino porque es la más dada a dar “discursitos”, a empaquetar mensajes con lazo y celofán que suenan bien para el oído pero que luego poco tienen que ver con la realidad en la mayor parte de los casos.
Por mucho que se hable de conciliación, se publiquen libros sobre el tema, se den conferencias, se dicten seminarios , hoy día “estar estresado” y “no tener tiempo” sigue siendo algo fashion y vende como fue en otra época, principalmente en los 80, la de los yuppies y Wall Street (1987), como la película de Michael Douglas y Charlie Sheen. Igual pasa con eso de trabajar desde casa”. Por mucho que avancemos, todavía se sigue viendo como algo para gente de “segunda división”. De la misma manera, si alguien le ve un martes de casual wear, no le quepa duda de que la percepción sobre Vd. cambiara. Uno puede decir que “a mí me da igual lo que los demás piensen”, pero luego uno se da cuenta que lo importante no es la realidad sino la percepción que los demás tienen de esa realidad que es la que condiciona sus decisiones. Sólo las personalidades fuertes son capaces de cabalgar a contra corriente.
En mi libro Patologías en las organizaciones (LID Editorial, 2ª edic.) escrito junto a Javier Fernández Aguado (Presidente de MindValue) y Marcos Urarte (Presidente del Grupo Pharos), recogíamos las 40 enfermedades que más se dan en la empresa, y una de ellas es la de la esquizofrenia, un desdoblamiento de la personalidad en el que lo que se dice y hace divergen. Hay algunas organizaciones padecen esta enfermedad y algunos de sus comportamientos más habituales son:
▪ Se predica austeridad, pero luego los directivos se alojan en hoteles de cinco estrellas.▪ Se proclama ética, pero la falta de escrúpulos queda a la vista.▪ Se pide iniciativa, pero se castiga al que se equivoca.▪ Se solicita participación, pero se imponen las decisiones.▪ Se proclama confianza, pero aumentan los controles.▪ Se añoran mayores esfuerzos, pero no se incrementan las recompensas.▪ Se habla de la importancia de la formación, pero los directivos huyen de las aulas.▪ Se habla de meritocracia, pero los favoritismos saltan a la vista.▪ Se habla de trabajo en equipo, pero el individualismo es evidente.▪ Se habla en plural (nosotros) de «puertas adentro», pero en singular (yo) de «de puertas a fuera».▪ Se habla de hacer una buena selección de personal, pero los «amiguismos» son evidentes.▪ Se ofrece una sonrisa delante de todo el mundo, para a la media vuelta criticar sin mesura a cualquiera.▪ Se dice «todos nos equivocamos» pero luego se «escurre» el bulto ante los fallos.▪ Se tiene una mirada nítida al autoanalizarse («uno siempre acierta») y borrosa al analizar a los demás («siempre se equivocan»).▪ Se asegura que el capital humano es lo más importante, pero luego las Políticas de RR.HH. son inexistentes o sencillamente dañinas.▪ Se habla de carrera profesional, pero luego las promesas se las lleva el viento.▪ Se habla de que el cliente es lo primero, pero luego se le intenta incrementar las comisiones sin que se entere.
En definitiva, como nos recordaba el otro día Yoriento (@yoriento) en twitter: "Cuando alguien te diga que no eres nadie, recuerda que nadie es perfecto".
Si no estás estresado, eres un don nadie


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