Si te ignoro tú me quieres, si te quiero tú me ignoras

Es un dicho común eso de “culo veo culo quiero” y “que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos” o hasta que lo vemos pasear de la mano con otra u otro y de repente el tío pesao, que no nos dejaba ni a sol ni a sombra, que nos tenía en palmitas y era más empalagoso que una tarta de merengue se convierte en nuestro “oscuro objeto de deseo” y …“lo quiero, lo quiero y lo quiero ya”. Anda que no nos ha pasado veces…

Y como se trata de un refrán muy pero que muy antiguo, le doy una categoría “casi” de verdad irrefutable con menos discusión que la redondez del planeta Tierra.

 A nosotras siempre nos han gustado los malotes y a ellos siempre les gustan ….¡yo que sé lo que les gusta a ellos! De saber la respuesta, sería famosa por haber desvelado misterios más chungos que los de Cuarto Milenio, en fin, que no sé lo que les gusta a los hombres (además de lo que ya todas sabemos..ejem, ejem)

Los que no llaman, los que no responden al Whtasapp o si lo hacen es 6 horas después porque “tienen mucho lío” (a veces pienso que los tíos que me gustan tienen una agenda más apretada que una gira de conciertos de los Rolling Stones) Los que anulan una cita en el último momento, los que te dan “una de cal y otra de cal” (la arena se la dejan para hacer un castillito de principie azul y meter en el algún día a la esperada princesa), ésos, ésos, nos gustan a todas y no hay explicación lógica para entender como nos pone “que nos metan caña”.

Lo que quiero decir es que siempre pasa lo mismo: que tienes a un hombre maravilloso detrás de ti “all day” y cómo te lo pone fácil a ti “ni fu ni fa”.

En cambio cuando deja de hacerte caso o se ha buscado un nuevo objetivo, tú que ya pensabas que lo habías perdido de vista de repente, empiezas a pensar: Pues sí que era majo chico ése, la verdad tenía una conversación interesante, ¿y que hace tomándose una caña con ésa? Cierto, terriblemente cierto…somos así a nivel sentimental estamos en la categoría: “destroyer total”.

La misma lógica se aplica cuando un chico nos gusta y desde el principio él empieza a tratarte con cierta indiferencia, sea o no fingida…pero tú notas que pasa ligeramente de ti…y eso, nos cabrea. Pero a la vez que nos cabrea nos engancha más que un imán a una nevera y ahí nos plantamos en plan “Del barco de Chanquete, no nos moverán”…y empiezas a utilizar todas tus armas de destrucción masiva para ver si el chico en cuestión sucumbe a tus encantos…sí, que empezamos a ligar con sutilezas y acabamos con un escote de infarto y un cinturón ancho persiguiendo al muchacho por los sitios de copas de todo Madrid.

Ahora bien, hay que reprogramarse…y si Mario Luna había “decodificado” a la mujer, tendremos que hacer como GOOGLE y crear un nuevo algoritmo…porque tontas no somos, y a veces nos comportamos de un imbécil cuando nos gusta un tío, que yo no sé si al final nos lo merecemos por pringadas.

 Pero como bien dice la imagen principal: “…a mí si me ignoras, te vas a la M….” Porque he aprendido con el tiempo que hay momentos en la vida en los que te tienes que querer mucho, mucho y mucho. Y esto lo digo por todos, que nosotras también somos de un cruel con ellos que ni la Santa Inquisición.

Que “Ni él es para tanto ni tú para tan poco”, que “El que quiera peces que se moje los pies” y que si no demuestra interés por conquistarte…entonces “game over” y a “seguir buscando” como en el “Rasca” de la ONCE.

Como podéis ver, no es que lo diga yo, montones de refranes populares me avalan y montones de consejos de abuelas y madres corroboran que : “Si yo te quiero, tú pasas y si tu pasas…yo te quiero”