Revista Comunicación

Sí: Westworld mola una barbaridad

Publicado el 10 octubre 2016 por Dro @Drolope
'Westworld', la nueva apuesta de HBO
Las modas siempre me han parecido un arma de doble filo. Es indudable que son muy buena publicidad para la serie en cuestión, formando un gran fenómeno fan en torno a ella que facilita que encontremos a otros espectadores con los que poder hablar (no es difícil conocer otras personas que vean Game of Thrones, por ejemplo); las noticias y críticas sobre esa serie son muy abundantes, e incluso se aseguran casi ipso facto otras cuestiones como su renovación por nuevas temporadas. ¿Cuáles son los problemas, entonces? Su sobreexplotación -estoy harto de leer noticias mierder sobre Stranger Things y sus niños cada día- y, por otra parte, su sobrevaloración -lo cual, según mi opinión, también ha acabado sucediendo con Stranger Things-.
Los niños monos de 'Stranger Things'Son un amor, pero qué cansancio llevo ya encima de verles hasta en la sopa.
Es por eso que, en un principio, tomé Westworld con cierta cautela. La que está destinada a ser "la predecesora de Game of Thrones" recibió desde su mismo estreno críticas excepcionalmente buenas. Me intrigaba mucho su premisa, y tenía ganas de hincarle el diente, pero no sabía si toda esta nube de entusiasmo -o hype, si lo preferís- se desinflaría tan rápidamente como sucedió con la de Refugiados, esa co-producción española e inglesa del 2015 que gran parte de la crítica puso por todo lo alto en un comienzo, pero que al final resultó ser un gran "quiero y no puedo" y terminó sacándole los colores a ciertos críticos más interesados, al parecer, en hacer la pelota a Atresmedia que en valorar de forma justa su calidad.
Sigue siendo algo precipitado valorar Westworld habiendo visto solo dos episodios, desde luego, pero creo que ya podemos ir empezando a afirmar con más seguridad (mucho tendría que torcerse la cosa) que nos encontramos ante una serie muy a tener en cuenta, con unas posibilidades y potencial enormes. ¡Pocas veces episodios de una hora se me habían pasado tan rápido como los de Westworld! Lo nuevo de HBO nos plantea un universo tan fascinante que es difícil que el interés decaiga.
'Westworld', la nueva apuesta de HBO
Lo  que sí he tenido oportunidad de leer, por otra parte, es a varios fans quejándose de que les está costando entender algunos conceptos de la serie. Y verdad es que Westworld no le pone las cosas del todo fáciles al espectador (lo cual a mí, personalmente, me encanta): la complejidad de su mundo es tan grande, que requiere por nuestra parte que estemos muy atentos a todo lo que se nos dice. Pero lo cierto es que, pasada la confusión de los minutos iniciales -me costó un trecho ubicarme-, es relativamente sencillo entrar a su juego si realmente tienes ganas. Y mejor incluso que toda la plata invertida en la serie -salta a la vista que es bastante-, lo es su elenco: Anthony Hopkins (atentos a la broma sobre caníbales del piloto como guiño a su mítico papel en The Silence of the Lambs), Evan Rachel WoodThandie Newton, entre muchos otros, hacen un gran trabajo, sutil y potente, interpretando a personajes muy difíciles.
Lo que me fascina de Westworld no es la violencia, ni el sexo (que los hay, por supuesto; esto es HBO): son las reflexiones, los dilemas morales y toda su filosofía lo que más me motiva a seguirla y lo que más me hace pensar. Y no hay nada que más me guste que una serie que me invita a pensar y a cuestionarme conceptos que ni siquiera había llegado a imaginar. En ese sentido Westworld ya se perfila como una serie "profunda", "trascendente", más heredera de Mad Men que de Game of Thrones realmente. Y, de seguir así, aquí ya tienen a un fan enganchado. Solo queda desear que lo que queda de temporada esté tan bien pensado y planteado como estos dos episodios.

Isidro López (@Drolope)


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