Siete ideas para conocer Francia, el país vecino

Francia es un país turísticamente irresistible. Tenemos una suerte inmensa de tenerlo de vecino y casi dejarnos llevar con el coche y aparecer allí. Tiene ciudades elegantes y refinadas como París; pueblos que parecen sacados de cuento como los de la Bretaña francesa; playas preciosas cercanas a lugares encantadores Antibes o Niza; otras inmensas e ideales para dejar que la brisa marina haga olvidar todos tus problemas…Hoy os daremos siete ideas para una incursión en Francia, el país vecino, para que vayas tachando poco a poco de la lista.

Así que cuando te decidas, ya lo sabes: prepárate para adentrarte en una cultura súper interesante (sería ideal que prepararas algunas frases en francés con una herramienta web que te lo ponga fácil como Babbel o vieras alguna de las maravillosas películas que su cine nos ha dado, como Amélie o Los cuatrocientos golpes, por decir alguna); una gastronomía de primera; escenarios variados, preciosos y únicos; y un mimo especial en todo lo que hacen.

París, un referente de la cultura y de los viajes

Seguro que hay alguna razón por la que París llama tu atención: su cultura, las referencias que hayas tenido sobre ella durante tu vida, la historia que algunos escritores contaron de ella (Hemingway, Enrique Vila Matas, Cortázar, etc.), el arte, las películas, su fama de romántica, la bohemia… por eso, agárrate bien a esa razón, toma un vuelo y disfruta.

París es distinguida y a la vez callejera; es seria y a la vez vital; le gusta el buen vino y una comida que dispare tus sentidos; el arte de muchos pintores reconocidos, pero también el popular… Por ello, te recomiendo visitar sus lugares más conocidos (Torre Eiffel, Notre Dame o alguno de sus principales museos), pero también el Mercado de las Pulgas, a las afueras, o la Plaza de Aligre, una zona auténticamente francesa y popular.

País Vasco francés: naturaleza y estilo

Una ruta genial para una escapada de 5/7 días es visitar el País Vasco español y saltar a la parte francesa. Así veremos cómo de forma gradual, la cultura francesa va apareciendo e impregnando todo con su toque y su savoir-faire

Nosotros visitamos San Juan de Luz, que tiene ya tiene un nivel y unos restaurantes claramente sello del país vecino; Biarritz, donde los paseos marítimos te sacarán totalmente de tu rutina; Bayona, una ciudad preciosa, con una clase especial y una arquitectura para hacerle cientos de fotos; y luego otros pueblos pequeños pero con carácter y encanto como Labastida Clairance, San Juan de Pie de Puerto, Sara, Ainhoa y Espelette.  

Las Landas: la vida más salvaje en la refinada Francia

Las Landas son un territorio vasto de bosque y playas situado justo encima de la costa de País Vasco francés. Esta zona es territorio de deportes de viento, casas de segunda residencia de un buen puñado de francos franceses y con un ambiente jovial y animado especialmente en verano. Un lugar ideal para pasar unos días en época estival y dejarte llevar por la naturaleza salvaje que la rodea.

Los centros más animados son Hossegor y Seignosse; y si por ejemplo buscas un turismo más familiar, Biscarrose Plage es un lugar también animado aunque más comedido. Dune Du Pilat y Arcachon están ya en el departamento de Xironda, más al norte, pero son también lugares naturales que si tienes la oportunidad, deberías conocer. ¡Volverás sin un gramo de estrés!

Toulouse: la ciudad estudiantil llena de vida

Incluyo Toulouse de las ganas que tengo de visitarla, pero no la conozco. Popular por su fama jovial, ya que es lugar universitario, es también conocida por el arte que atesora; la tonalidad arosada de sus edificios; las preciosas vistas del río; y lo bien que se come. Lo ofrezco como idea porque es una escapada para la que no necesitarás más de un fin de semana. ¿Cómo he podido no ir aún?

La Bretaña Francesa: la Francia de cuento

La arquitectura de los pueblos de la Bretaña Francesa hace que nuestra imaginación vuele a nuestra más tierna infancia. Las casitas son una monada y si unimos esto a que es una zona en general de un nivel alto, con mucho mimo en todo lo que hacen, hace que todo lo que vayamos a visitar sea además de interesante, encantador. Os recomiendo especialmente pueblos pequeños como Rochefort-en-Terre, Josselin, Dinan o Locronan.

Pero hay otras decenas de poblaciones con encanto en la ruta que puedas armar por la zona. Nosotros elegimos dejarnos caer por Saint Maló, Ploumanach o Benodet, y cómo hicimos el viaje con la furgoneta y podíamos parar un poco donde quisiéramos, recorrimos también las playas de la zona de Crozon y Point du Torche. Un viaje muy recomendable que os aconsejo muchísimo.

Monte Saint-Michel: un lugar imprescindible

Muchos de nosotros visitamos el Monte Saint-Michel en un viaje a la Bretaña francesa. Pero, ¿sabías que pertenece a Normandía? No obstante, lo incluyo separado porque me parece que si tienes pocos días y estás pensando conocer un lugar más allá de París en Francia, Monte Saint-Michel es tu destino.

Se trata de un monte ubicado en una bahía donde las mareas son muy fuertes y en ocasiones, lo aíslan por completo del resto del territorio. Ello unido a la naturaleza de alrededor y la bella abadía que alberga hace de este un lugar imprescindible en el turismo francés. Es un lugar cargado de energía e historia. ¡No te lo pierdas!

Un recorrido por la Provenza a tu aire

Nosotros visitamos La Provenza en un viaje bastante largo por toda la costa este francesa, que luego nos llevó a Italia y acabamos de nuevo en Francia, pero merece una visita calmada y a tu aire. Sus pueblos son tranquilos, pero tienen cultura, solera y mucho estilo. Son de lo más cuco.

Nosotros visitamos Arles, que nos encantó, donde podréis ver por ejemplo el café de Arles que Van Gogh retrató en uno de sus cuadros; y también Saint Remy de Provenze, pero nos quedaron ganas de recorrer Aix de Provence, Les Baux-de-Provence, Roussillon o Lacoste. Sin duda, ideal para una escapada de relax, buen clima y buena comida.

Espero que si no conoces Francia, a estas alturas del post ya estés convencido. ¡Es una pasada de país!