Revista Educación

Signos machistas indelebles

Por Siempreenmedio @Siempreblog

zaida

Zaida Cantera. Foto: http://www.diariomilitar.es

El Ejército, esa institución que no me genera simpatía por muchos de los valores que defiende, continúa viviendo a años luz del lento pero imparable progreso que la lucha por la igualdad entre géneros se lleva a cabo en nuestra sociedad civil. Hace ya 25 años que la mujer se incorporó a los cuarteles y aún hay claros síntomas de que supuestos profesionales, que usan erróneamente su autoridad, pueden abusar sexualmente de sus propias compañeras de trabajo.

Zaida Cantera, la capitán que denunció por acoso sexual al coronel José de Lezcano-Mújica y que en 2012 logró que el Tribunal Militar Central (ese órgano en el que no se ejerce presión, no, qué va) lo condenase a casi tres años de prisión, ha tirado la toalla y se marcha del cuerpo por el que sentía verdadera vocación. A algunos de sus compañeros (seguramente eso de ‘compañero’ no se usa en una institución donde la jerarquía y el ordeno y mando es como respirar) no les ha bastado ver lo que la justicia ha dictaminado y no han dejado de hacerle la vida imposible.

A mí estas historias me hierven la sangre, sobre todo porque quienes le han hecho la vida imposible a Zaida lo han hecho con el beneplácito de sus superiores; tal vez es que han sido esos superiores los que se han dedicado a minarle la moral, a seguir acosándola, en este caso laboralmente, y nadie en ese supuesto Ejército que vela por la seguridad de todos nosotros ha movido un dedo.

Más grave aún: no sé si a nuestro ministro de Defensa, máximo responsable de dirigir la política que se practica en las Fuerzas Armadas Españolas, y a su Gobierno en pleno este tipo de circunstancias bochornosas le merecen siquiera mover el labio. Yo solo veo cómo asisten impasibles a abusos denigrantes como este. Pero claro, tampoco sé si para el Gobierno de España el abuso sexual y laboral es denunciable.


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