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Sin Perdón

Publicado el 17 noviembre 2012 por Vicented @Elcineesnuestro
Sin PerdónClint Eastwood puso fin a su idilio con el western con Sin Perdón (1992), donde una vieja gloria del far west, Will Munny (Eastwood), marcada por las estrecheces económicas acepta una última misión: vengar a una prostituta que ha sido maltratada.
Este punto de partida sirve a Eastwood de excusa para dar carpetazo al paradigma dominante que él mismo se encargó de construir. En este sentido, la película es revisionista, porque toca las estructuras del género, y también, desmitificadora. ¿Por qué? Porque Will Munny y su amigo Ned Logan (Morgan Freeman) se encuentran en el ocaso de sus vidas. Son continuas las referencias a un pasado común, violento y lleno de éxitos, en el que ambos se encontraban en plenitud de facultades. Ahora Munny es viejo, torpe, incapaz de montar a caballo ni disparar a un blanco fijo a diez metros de distancia. En este sentido, es una película con pinceladas de western crepuscular, en la que sobrevuela esa idea de fin de ciclo, de cerrar una etapa.
Para profundizar en esta idea alejada de los héroes de una pieza, se les unirá Scofield Kid (Jaimz Woolvett), un joven ansioso por aparentar aquello que no es y ocultar sus defectos, pero será incapaz de engañar al viejo zorro de Ned, quien le lanzará perlas como:
"No hay ningún halcón Kid, no ves una mierda ¿verdad?"

Sin Perdón

Little Bill (izqda.) y Bob el Inglés (dcha.)

También Bob el Inglés (interpretado con la maestría que le caracteriza a Richard Harris) es un personaje muy revelador en este sentido, pues aparece como un pistolero legendario, de excelente porte y gran orador, acompañado de su biógrafo personal, del que se cuentan miles de hazañas, pero que no resultan ser tales. Gene Hackman (Little Bill) es el déspota y sádico representante de la ley, encargado de patear y humillar a Bob el Inglés y descubrir la farsa, hasta dejarlo por los suelos y expulsarlo del pueblo.
Otro aspecto novedoso que ofrece Eastwood dentro de sus westerns es la violencia en su justa medida. En otras películas como El Fuera de la Ley, Infierno de Cobardes y, sobre todo, en los spaguettis con Sergio Leone, la muerte era casi un fin en sí mismo. Sin embargo, en Sin Perdón, son contadas las escenas de violencia, hasta tal punto que reserva casi toda la pólvora para el estallido final. De este modo, Eastwood concluye brillantemente su relación con el western, desmontando el mito que a lo largo de su carrera concibió, firmando una obra cumbre del género capaz de finiquitar una corriente, un estilo, para sepultarlo de por vida o, quizás, abrir una nueva vía, como ya hiciera John Ford con El Hombre que Mató a Liberty Valance.

Sin Perdón

Clint Eastwood es William Munny

Sin Perdón

Morgan Freeman es Ned Logan

Sin Perdón

Gene Hackman es Little Bill

Sin Perdón

Richard Harris es Bob el Inglés

Sin Perdón

Jaimz Woolvett es Scofield Kid



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