Sin 'Público' en el quiosco

El periódico más joven de tirada nacional ha sido el primero en echar el cierre. Resulta curioso que esa “juventud” no fuera capaz de adaptarse a los nuevos tiempos del periodismo y de la distribución de información. Si el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, dijo que "Internet no es ni alternativa, ni sustituto, ni complemento al cine", para las rotativas periodísticas Internet es el presente. De hecho, es el primer distribuidor de noticias. No obstante, los grandes capos de la industria permanecen al margen de estos cambios y entienden Internet no como el salvavidas de la industria, sino como el soporte publicitario de sus contenidos. Su pobre altura de miras para diseñar un sistema, que, per se, es más cómodo, e incluso, más barato tanto para lectores como para los editores al ahorrar costes de imprenta, distribución,… El único requisito es contar con una buena mesa de redacción, como la instancia proveedora del buen periodismo. Lo que no resulta beneficioso, ni para la contabilidad de la empresa ni mucho menos para la calidad de las noticias periodísticas, es que los contenidos salgan gratis y te los lleven a casa. Sin embargo, las editoriales españolas apresuran su apuesta en la web a costa de sacrificar el periodismo de calidad. ¿Quién paga por algo si lo puede conseguir gratis y sin salir de casa? Es más, el lector tiene en la web del periódico más información que en el papel. Si los ingresos por publicidad fueran suficientes para rentabilizar el producto el modelo sería viable, pero la realidad es que se incentiva que no se vendan periódicos en el quiosco. La difícil tarea es volver a concienciar a los lectores de que la información de calidad no es gratis. Y si la prensa quiere regresar como el cuarto poder de la sociedad, será su gente la que se tiene que dar el músculo financiero necesario para ello.De momento, lo único cierto es que no hay Público en los quioscos y como dijo Roures “han caído otros y caerán más”. La gesta será reinventarse de nuevo.