Revista Salud y Bienestar

Sin ver a Hessel

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Ayer fui a Madrid a intentar ver la presentación del libro ¡Indignaos! de Stephan Hessel pero se quedó en eso, en un intento. Fui con antelación porque preveía que podía haber mucha audiencia, le acompañaba José Luis Sampedro, que ha escrito el prólogo de la versión en castellano. La cita era a las 19:30 y cuando llegué a la fila que nacía del Instituto Francés de Madrid ha habría por delante de mí un chorro humano compuesto por unas 50 personas, la sala estaba completa y habían habilitado en el hall una pantalla que también colmó el cupo. Así que nos dimos la vuelta y a tomar una cerveza mientras comentábamos el fenómeno.

No suele ocurrir esto con la cosa de los libros y es curioso porque el de Hessel tiene todo para vender muy poco en nuestro país: los ensayos no funcionan comercialmente como debieran, el público español prefiere la ficción; trata de temas que no por necesarios ya son conocidos para una parte importante de la ciudadanía; el título es “negativo” que diría algún editor -venden más los títulos “positivos”, “optimistas”-; y para colmo es un libro crítico con “el sistema” (que hasta el propio Mario Conde lo llama así en sus libros e intervenciones públicas). Pero el libro de Hessel ha vendido más de un millón de ejemplares en su Francia natal y en sólo un mes en nuestro país ha llegado a 100.000 copias comercializadas. Será porque el panfleto apenas tiene más de 30 páginas, no sé.

Me llamó la atención que aparte del tipo de público que se espera que acuda a estas citas había muchas personas, pero muchas, que podíamos clasificar, aunque no me gustan nada estos términos, de clase media o media-alta. No es el tipo de público que lee libros en los que se llama a la juventud, sobre todo, pero no únicamente, a levantarse contra todo lo que está ocurriendo en el mundo, en nuestras sociedades llamadas occidentales, en franco declive. La conclusión que saqué es que estamos tocando fondo y que en cualquier momento algo, o muchos algos, pueden provocar una reacción en cadena que al menos trate de cambiar muchas cosas, de encontrar el camino hacia la sociedad que nos merecemos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog