Revista Remedios

Síndrome postvacacional

Por Gabriel Giner @esaludcom

A la vuelta de las vacaciones se habla muchísimo sobre el síndrome postvacacional. Se trata de un trastorno propiamente dicho que se caracteriza por una profunda sensación de tristeza, apatía y falta de motivación al incorporarse a la rutina diaria tras finalizar el periodo vacacional.

Aunque puede afectar a todo el mundo, hay ciertos grupos de población que presentan un mayor riesgo a sufrir este síndrome. Son aquellas personas que muestran una resistencia ante la frustración más débil, así como aquellos trabajadores con un periodo vacacional más largo y/o a los que no les gusta su trabajo por cualquier motivo.

¿Qué es el síndrome postvacacional?

Se conoce como síndrome postvacacional a un trastorno de adaptación que presenta síntomas muy similares a los del estrés. Se da cuando, después de un periodo de descanso con mayor duración en el tiempo de lo habitual, la persona se ve incapaz de enfrentarse de nuevo a la rutina.

Por lo general, este síndrome se vincula de forma directa con la población activa. No obstante, hay quienes lo sufren por el simple hecho de volver a su vida cotidiana, aunque ello no implique regresar al puesto de trabajo.

¿A quiénes afecta el síndrome postvacacional?

El Grupo Adecco ha llevado a cabo recientemente a aprocimadamente 1.000 empleados en España para analizar en profundidad el síndrome postvacacional, en relación a su prevalencia y sus efectos.

Pues bien, se estima que el 37% de los trabajadores españoles sufre o ha sufrido en algún momento de sus vidas este trastorno al reincorporarse al mundo laboral tras la vuelta de las vacaciones. El 63% restante, a pesar de no sufrir síndrome postvacacional como tal, sí experimenta algún momento de estrés o fatiga en relación con la adaptación al trabajo.

Este trastorno por lo general se da en países donde los empleados disfrutan de periodos vacacionales largos; es el caso de España ya que en un alto porcentaje de casos el gruso del descanso anual se concentra en los meses de verano.

Causas del síndrome postvacacional

Causas del síndrome postvacacional

Hay una serie de causas, más allá de la propia vuelta de las vacaciones, que pueden dar lugar al síndrome postvacacional.

Planificación excesiva

Es importante organizar la vuelta a la rutina y planificar las tareas a realizar tanto en el ámbito personal como profesional. No obstante, una planificación excesiva puede dar lugar a este trastorno en aquellos casos en los que la persona se vea incapaz de abarcar todas las tareas que debe llevar a cabo.

Mal ambiente laboral

La vuelta a la rutina no es del gusto de nadie. No obstante, en aquellos casos en los que un empleado se siente a gusto con lo que hace y tiene una buena relación con sus compañeros de trabajo, todo resulta más sencillo.

Así, el mal ambiente laboral puede ser otra de las posibles causas del síndrome postvacacional. Es más, a día de hoy es una de las que se da con mayor frecuencia.

Negativismo

La vuelta a la rutina tras un periodo vacacional es algo que hay que afrontar del modo más positivo posible. No obstante, hay quienes optan por todo lo contrario e inundan su cabeza con pensamientos negativos.

Síntomas del síndrome postvacacional

Síntomas del síndrome postvacacional

Por lo general, el síndrome postvacacional no tiene una duración mayor a dos o tres semanas. Una vez transcurrido ese tiempo, la gran mayoría de personas que padecen este trastorno tras la vuelta a la rutina comienzan a adaptarse a la rutina, mejorando así su calidad de vida.

Los síntomas afectan tanto al cuerpo como a la mente de quien padece este trastorno, y son muy similares a los del estrés o la ansiedad. El indicio más destacado de todos es el estado de ánimo bajo; la persona se siente decaída, e incluso no se siente motivada por actividades que antes le apasionaban.

Además, el síndrome postvacacional da lugar a una total apatía con las personas cercanas y los compañeros de trabajo, lo cual puede perjudicar en cierta medida las relaciones sociales. La falta de energía es otro de los indicios propios de este trastorno; la persona se siente cansada incluso a primera hora de la mañana tras haber descansado de forma adecuada.

Y, por último, ante la incorporación al trabajo, quien sufre de este trastorno se ve incapaz de afrontar la situación, lo cual puede dar lugar a crisis de ansiedad.

Efectos en la salud

En los casos más agudos, hay quienes necesitan ayuda profesional ya que el síndrome postvacacional da lugar a un cuadro de estrés agudo. Una condición relativamente grave que puede dar lugar a síntomas tales como ansiedad, palpitaciones, sudoración, temblores e irritación.

Síndrome postvacacional en niños

Aunque sea considerado un tratorno propio de la población adulta, lo cierto es que el síndrome postvacacional también afecta a los más pequeños. Se estima que un 7% de los niños sufre algún tipo de consecuencia física y/o psíquica tras el final de las vacaciones.

Los síntomas más habituales en niños son los siguientes: fatiga, dalta de apetito, tristeza, irritabilidad, trastornos del sueño y falta tanto de atención como de concentración en clase.

Los padres pueden poner muchísimo de su parte para que la vuelta al cole sea más llevadera. Lo más importante es buscar el lado positivo de la situación y hablar sobre ello con sus hijos: reencontrarse con sus amigos, compartir horas de juegos, aprender cosas nuevas… Por supuesto, es importante que unos días antes se vayan ajustando poco a poco los horarios, adelantando un poco la hora de irse a la cama y de levantarse.

Preparar en familia la vuelta al cole también es una buena idea. A los más pequeños les encanta comprar el material, el equipamiento… Es esencial hacer a los niños partícipes de los preparativos.

Y, por último, resaltar que la actitud de los padres es muy importante. El proceso de adaptación debe realizarse en conjunto. Así, en ningún caso los padres deben lamentarse una y otra vez de la vuelta a la rutina y las consecuencias negativas de ello.

Consejos para prevenirlo

Consejos para prevenir el síndrome postvacacional

Hay una serie de consejos que merece la pena tener en cuenta para prevenir en la medida de lo posible este trastorno.

  • Actividad durante las vacaciones: en la medida de lo posible, debemos practicar deporte durante nuestras vacaciones para mantenernos activos. Si por ejemplo hemos programado unos días de playa con nuestra familia, podemos dedicar las primeras horas del día a pasear o correr por la orilla.
  • Regreso a casa: aunque todos deseamos aprovechar al máximo las vacaciones, los expertos insisten en la importancia de regresar a casa unos días antes de que estas finalicen. La razón es que de este modo podemos preparanos tanto de forma física como mental para la vuelta a la rutina.
  • Adaptar los horarios: tanto en el caso de los adultos como de los niños es importante que nos adaptemos al nuevo horario laboral y/o escolar de manera progresiva. De este modo la incorporación resulta mucho menos costosa.
  • Vuelta a la rutina: aunque no en todos los casos resulta sencillo, debemos hacer lo posible porque la vuelta a la rutina sea lo más relajada y tranquila posible, evitando el estrés.

Consejos para superar este síndrome

Si el trastorno ya se ha presentado, existen una serie de consejos para superarlo de la mejor manera posible.

  • Aceptar la realidad: lo primero para afrontar la situación es que seamos capaces de aceptar la realidad; las vacaciones han llegado a su fín y debemos volver a la rutina. Sentimientos como la tristeza o la angustia son una respuesta funcional del organismo a los cambios. Así, el hecho de que nos permitamos llorar no va a cambiar nuestras obligaciones, aunque sí puede ayudarnos a vivirlo de un modo más relajado.
  • Objetivos realistas: el camino de la vida se basa en objetivos a alcanzar. Así, tras la vuelta de las vacaciones debemos marcarnos un objetivo, el cual debe ser realista y alcanzable; a partir de él podemos establecer dos o más objetivos secundarios. De este modo tendremos una mayor sensación de control, evitando así el estrés y la ansiedad.
  • Organización: saber organizarse es imprescindible, y a la vuelta de las vacaciones más que nunca. A veces es imposible finalizar las tareas pendientes para la jornada; en este caso, lo mejor que podemos hacer es anotarlas en una lista y así realizarlas tan pronto como nos sea posible.
  • Disfrutar del tiempo libre: el hecho de volver a la rutina no implica que no podamos disfrutar de nuestros ratos libres en compañía de quien más queramos. Esos momentos pueden resultar de gran ayuda para que la incorporación al mundo laboral sea más llevadera.

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