Sintra, una ciudad encantada

Si nadie me hubiera dicho que Sintra está ubicada en Portugal, podría pensar que es una ciudad “sin país”, porque es diferente a todo lo que conocemos y no sabría dónde decir que está ubicada. Es una ciudad pequeña, llena de encanto, con castillos y palacios que podrían ilustrar cualquier cuento infantil y jardines que podrían ser el escenario de las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.
A unos 30 kilómetros de Lisboa se encuentra esta ciudad, con un pequeño centro histórico y varios monumentos icónicos que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

Patio interior en el Palacio de Pena, nuestro preferido.

Otra vista del Palacio de Pena desde la entrada.

De todas las atracciones que hay para conocer nosotros visitamos dos en un día, la Quinta de Regadeira y el Palacio de Pena. Se pueden visitar más, pero en un viaje con bebés todo es más lento y lleva más tiempo. Para los que puedan, les recomendamos quedarse una noche a dormir en la ciudad y conocer todos (o casi todos) los monumentos.
Viajamos a Sintra en tren desde Lisboa en un trayecto de unos 45-50 minutos. Cuando llegamos a la estación el tren quedó vacío. Todos tenían como objetivo descubrir esta ciudad mágica y encantadora. Salimos con una masa de gente que, milagrosamente, se disgregó apenas pisamos la calle. Algunos se dirigieron directamente hacia el casco histórico, otros a sus hoteles, otros a los buses y otros medios perdidos, como nosotros, a la casa de información turística. Allí nos explicaron cómo funciona el bus que tiene el sistema hop on-hop of (un bus con un recorrido fijo, que te acerca a las principales atracciones y que te bajás y subís cuando quieras de acuerdo con el horario que tengan los buses). El costo del ticket es de 5 euros y lo recomendamos si no cuentan con mucho tiempo o si no quieren caminar mucho. Las distancias entre los distintos monumentos del Paisaje Cultural de Sintra son amplias y muchos caminos tienen pendientes muy pronunciadas. Nosotros compramos un solo circuito de bus, el que nos llevaba a los lugares que íbamos a conocer, pero pueden comprar el que incluye tres circuitos que cuesta 12 euros. Les recomendamos consultar en la oficina de turismo para asegurarse de comprar el indicado.

Cartel indicativo con los circuitos de los buses turísticos.

Antes de subirnos al bus 434 caminamos unas cuadras hasta el casco histórico de Sintra y vimos de cerca el Palacio Nacional, con sus dos chimeneas blancas que no pasan desapercibidas. Vimos muy poco del casco antiguo, pero si tienen tiempo no dejen de darse una vuelta por ahí, aunque sea para caminar unos minutos por sus estrechas y empinadas callecitas.

La primera visita fue a la Quinta de Regaleira, que era la residencia de veraneo de la familia Carvalho Monteiro. Este hombre de ascendencia portuguesa nació en Brasil durante el imperio. Estudió leyes en Coimbra y realizó una importante labor filantrópica. Todas las ideas relacionadas con el cosmos, la masonería, los templarios y la mitología que quiso trasladar a su jardín y palacio pudo concretarlas por la ayuda del arquitecto y escenógrafo italiano Luigi Manini. Juntos crearon este lugar encantado que perfectamente podría haber sido el escenario de “Alicia en el País de las Maravillas”.
La Quinta de Regaleira es un extenso jardín, que con sus elementos decorativos y lugares misteriosos pretende representar la vida, la muerte y el universo. Cuando caminás por sus senderos el propio paisaje te invita a mirar los detalles de las construcciones, de las paredes y de las plantas. Hay animales mitológicos, azulejos con distintas cruces, torres que sobresalen entre la maleza y parecen estar interconectadas, pequeñas cascadas, cuevas y pasillos subterráneos, pequeñas lagunas con piedras “flotantes” para atravesarlas y hasta un pozo llamado iniciático. Este último es un pozo invertido cuya simbología dicen que hace referencia a la Divina Comedia de Dante. Se lo conoce como “iniciático” porque allí se realizaban rituales masónicos de iniciación.
Si bien la contrucción principal es el Palacio de Regaleira, el resto del jardín es igualmente tentador para una visita. Y, sobre todo, sorprendente. Eso sí, hay que ir con los sentidos bien despiertos sino muchas cosas pasan desapercibidas.

Tahiel siempre viaja como un rey.

Parada en el camino para leer el interesante mapa que te dan a la entrada de la Quinta.

Una de las torres que decoran el jardín y sirven como miradores.

Vista de una cascada desde el interior de las cuevas.

Una de las entradas a los túneles subterráneos.

Dibujo del Palacio.

Una producción fotográfica en el Palacio.

Desde la cima del palacio se tienen hermosas vistas de todo el jardín y del Palacio Nacional de Sintra con sus dos chimeneas cónicas y blancas.

Palacio Nacional de Sintra.

Algunas fotos del interior, con techos tallados en madera, pisos con cerámicos, amplias ventanas y detalles de elementos mitológicos en las puertas.

El segundo fue el Palacio de Pena. Un palacio que podría haber sido dibujado por cualquiera de mis amigas ilustradoras en un libro de literatura infantil. Es más, les voy a decir que pueden inspirarse en este palacio para su próximo cuento. Es que es eso. Un palacio de cuento infantil. Pintado con colores llamativos, que apenas lo ves desde lejos ya querés estar ahí para ver bien de qué se trata. Te invita a recorrerlo en varios sentidos y nunca te cansás de mirar para atrás y descubrir nuevas perspectivas.
Dicen que es la máxima expresión del Romantisismo del siglo XIX en Portugal. Sé que me queda mucho por conocer, pero nunca vi nada así. Es raro, lindo, divertido y llamativo.
El palacio fue construido por el rey Fernando II, a quien se lo llamaba el Rey Artista. No solo fue el artífice del palacio sino también del parque donde se encuentra. Un parque de más de ochenta y cinco hectáreas con estatuas, miradores, cascadas, lagos y jardines.

En este pórtico se observa una alegoría de la creación del mundo, con una figura mitad hombre y mitad pez.

Desde el Palacio de Pena se ve el Castillo de los Moros.

Claustro manuelino, que incluye una parte original del antiguo monasterio del siglo XVI.

Detalle de azulejos hispano-árabes.

Otras atracciones de Sintra son:
El Convento de los Capuchinos
El Convento de los Capuchinos, también llamado Convento de Santa Cruz de la Sierra de Sintra, fue construido en 1560. Su construcción es muy sencilla, con materiales muy básicos que según cuentan se debe a los ideales de fraternidad y hermandad universal de los padres franciscanos que lo habitaban. El convento se construyó en medio de la naturaleza por lo que alrededor se conservan varias especies autóctonas y pareciera estar rodeado por un jardín botánico.

Castillos de los Moros
Es una fortificación militar construida en el siglo V por las poblaciones musulmanas que ocuparon la península ibérica. Funcionaba como atalaya para controlar la costa atlántica. Desde allí se tiene una vista panorámica de Sintra y se puede observar el Palacio de Pena, la Quinta de Regaleira, el Palacio de Monserrat y el Palacio Nacional, entre otros monumentos.

Palacio de Monserrat

El Palacio de Monserrate fue transformado en 1856 como residencia de veraneo de la familia Cook, ciudadanos ingleses que tuvieron mucho éxito en la industria textil. El palacio fue construido sobre las ruinas de una mansión neo-gótica que pertenecía a un comerciante inglés. En la actualidad constituye un singular ejemplo del eclectismo del siglo XIX.

Palacio Nacional de Sintra

El Palacio Nacional de Sintra es considerado un ejemplo de arquitectura orgánica porque presenta difernetes partes que parecen aisladas, pero que están unidas de tal manera que forman un todo. El palacio tiene una mezcla de influencias renacentistas, góticas, románicas y manuelinas y presenta una interesante colección de azulejos hispano-moriscos que me quedé con ganas de ver.

Información práctica

¿Cómo llegar a Sintra?

En auto: desde Lisboa, por la IC19 y por la N6.

En bus: las líneas 403 y 417 (de Scotturb) llegan a Sintra desde Cascais. La línea 418 llega desde Estoril. El precio es de 1 euro. Pueden consultar horarios y trayectos en la web www.scotturb.com

En tren: desde Lisboa hay que tomarlo en la Estación de Oriente (línea roja de metro), en Sete Rios (la estación se llama ahora “Jardin Zoológico”, línea azul de metro) o en Rossio (Restauradores, línea azul de metro). El precio es de 2,15 euros. La duración del trayecto es de unos 40 minutos. Para ver horarios de los trenes pueden consultar acá: www.cp.pt

Información turística y mapas

En el interior de la estación de trenes hay un centro de información turística, pero no siempre está abierto. El otro se encuentra a pocos metros de la estación, saliendo hacia la derecha, sobre la mano de enfrente.

Muchos, como nosotros, hacen el viaje en el día desde Lisboa, pero si quieren conocer todos los sitios, les recomendamos que pasen la noche en Sintra y aprovechen los dos días.

Costo de las entradas

Castillo de los Moros: Adulto ( 18-64 años), 8 euros; Joven (6-17 años) y personas mayores (a partir de 65 años), 6,50 euros

Convento de los Capuchinos: Adulto ( 18-64 años), 7 euros; Joven (6-17 años) y personas mayores (a partir de 65 años), 5,50 euros

Palacio Nacional de Sintra: Adulto ( 18-64 años), 10 euros; Joven (6-17 años) y personas mayores (a partir de 65 años), 8,50 euros

Palacio de Monserrat: Adulto ( 18-64 años), 8 euros; Joven (6-17 años) y personas mayores (a partir de 65 años), 6,50 euros

Parque y Palacio de Pena: Adulto ( 18-64 años), 14 euros; Joven (6-17 años) y personas mayores (a partir de 65 años), 12,50 euros

Mapas

En todos los ingresos a los Monumentos se entregan mapas (en distintos idiomas) muy útiles. Con buenas ilustraciones e infirmación.

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Agradecemos a Visit Lisboa por ayudarnos con la organización de nuestro paso por Lisboa y por permitirnos descubrir y compartir los encantos de Sintra.