Sobornar a los talibanes

Si no puedes con tu enemigo únete a él. Y si tu enemigo no tiene intención de combatir a tu lado sobórnale… Esa ha sido la máxima que está dispuesto a aplicar Estados Unidos para dar por zanjada la guerra de Afganistán donde no hay salida digna posible para los miembros de la OTAN que ven como cada día se emborrona más el convlso escenario afgano. Hamid Kazai, saber de que el día que se retiren las tropas aliadas de Afganistán tendrá que salir corriendo para salvar su vida, ha sido el primero en tender la mano a los enemigos. “Tenemos que tender la mano a todos nuestros compatriotas, especialmente a los hermanos desencantados que no tengan vínculos con Al Qaeda ni con otros grupos terroristas y que acepten la Constitución. Serán bien acogidos en un lugar honorable en la sociedad afgana”.

Esta declaración de intenciones- bien acogida por la comunidad internacional- fue respaldada con frialdad por Estados Unidos. “No se hace la paz con los enemigos. Hay que estar dispuesto a hablar con ellos”, manifestó Hillary Clinton . Karzai planteó un plan de actuación basado en seis puntos para que Afganistán consiga la integración de todas las etnias. El rey de Arabia Saudí- gran valedor de los talibán- hará de mediador durante el proceso que tendrá lugar en la próxima primavera en un gran consejo de jefes tribales donde serán invitados todos aquellos talibanes que hayan renunciado a la violencia.

“Tenemos que hablar con todos los afganos que no sean parte de Al Qaeda, respeten la Constitución, los derechos humanos y la igualdad entre el hombre y la mujer. Confiamos en el que el rey Abdulá Abdulaziz de Arabia Saudí juegue un papel prominente para dirigir y ayudar en el programa de paz", afirmó Karzai. Naciones Unidas ha comenzado a mover sus fichas para crear un clima más favorable con la exclusión de cinco antiguos líderes talibanes de su lista negra de terroristas. Karzai pidió, como favor personal, que continuasen las exoneraciones de altos líderes talibanes para asegurarse una alta participación en la reunión.

La presencia del Rey de Arabia Saudí no será baladí ya que fue uno de los tres países- junto con Pakistán y Emiratos Árabes Unidos- que reconoció en su día al régimen talibán y de sus arcas salieron cientos de miles de dólares con destino al gobierno de los talibán. La monarquía wahabísólo puso una condición para hacer de mediador: que no haya que tratar con Al Qaeda ya que los miembros de la organización terrorista ven al rey saudí como un siervo de Occidente y han anunciado su intención de atentar contra su vida.

Además, para hacer más apetecible el cambio de bando la comunidad internacional ha creado un fondo para poder ofrecer empleo y tierras a los talibán que decidan traicionar a los suyos. Ese ‘pequeño fondo’ cuenta con 100 millones de euros para su primer año de vigencia. Los países europeos han sido los primeros en mostrarse a favor de esta iniciativa- Alemania ofrecerá 10 millones de euros durante cinco años mientras que Españadonará otros 10 millones. Sin embargo Estados Unidos ya ha anunciado públicamente que no está dispuesto a donar dinero ya que el Pentágono tiene fondos con objetivos muy similares a los propuestos por Karzai.

Angela Merkel se mostró taxativa y lanzó un mensaje a los talibán. “Os derrotaremos. Y no sólo en el campo de batalla sino en las mentes y en los corazones de los afganos. Juntos y decididos, ganaremos la guerra contra el terrorismo internacional”. A la buena de Merkel se le olvidó hablar sobre las carteras y el dinerillo fresco que están propuestos a dar para ‘ganar’ esa batalla.

Pero todo esto tiene otra lectura. Los países ‘aliados’ que tienen tropas en la zona están dispuestos a dar dinero a los mismos que acabaron con la vida de sus soldados en combate. ¿Por qué dieron sus vidas esos soldados? Se preguntan las familias de los fallecidos que ven como los gobiernos occidentales están dispuestos a reinsertar a los talibán… Gordon Brown apuesta por “devolver a esas personas a la sociedad y persuadirles de que pueden perseguir sus objetivos políticos pacíficamente”, afirma el premier británico.

Pero, ¿tendrán los talibán ganas de cambiarse de bando? Sobre todo teniendo en cuenta que varios países han sido acusados de sobornar a los talibán para que dejen de cometer atentados a las tropas que tienen desplegadas en Afganistán. Esta puede ser la última bocanada de aire que tienen los aliados para conseguir una salida decente de este barrizal… La otra será huir y asumir su derrota.