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Sobre Breaking Bad y cómo hacer que las horas pasen más despacio

Publicado el 26 septiembre 2015 por Dro @Drolope
Sobre Breaking Bad y cómo hacer que las horas pasen más despacio
Sobran las palabras cuando de la archiconocida Breaking Bad se habla. Todo el mundo sabe de qué va y todo el mundo la idolatra. Sin embargo, yo vengo a daros una opinión bastante contraria a la que la mayoría tenéis sobre la serie, arriesgándome a que me tiréis piedras virtuales en forma de comentarios. Porque no, señores, a mí Breaking Bad no me ha gustado.
Por presión social me he acabado viendo obligada a ver esta serie, no vaya a ser que me quiten el carnet de seriéfila por no hacerlo, porque a veces parece que si no sigues ciertas ficciones (Juego de Tronos *cof, cof*), no eres merecedor de ese “título”. Bueno, vale, además de la “presión social”, también me tiraba el rollito científico que tenía, y, sin embargo, a pesar de su sólida base científica, he acabado aborreciendo tanto a la serie como a algunos de sus personajes. Muchos hablan de Breaking Bad como “una de las mejores series de la historia” o la consideran“una obra maestra”, pero yo sin embargo no puedo compartir esta opinión.
La idea general de Breaking Bad es, sin duda, innovadora. Muchas series tratan el tema del tráfico de drogas, pero muy pocas se atreven a hacerlo desde el punto de vista de los traficantes y eso es algo que hay que reconocerle como un punto a favor. He de admitir que la primera temporada de la serie me mantuvo en vilo y muy interesada y que la relación entre los conceptos químicos explicados en cada capítulo y su aplicación en las vivencias de los protagonistas me tenían enganchada, aunque el interés duró poco, ya que durante las tres siguientes temporadas la cosa se fue haciendo cada vez más lenta, llena de silencios y escenas insulsas que colmaron mi paciencia en el capítulo titulado: “la mosca”. Para quienes hayáis visto la serie, supongo que sabréis de qué os hablo: un capítulo en el que no pasa absolutamente nada y con el que pierdes cincuenta minutos de tu vida viendo como dos idiotas tratan de matar a una mosca encerrados en un laboratorio. Increíble. Para mí, llegó un momento en el que las horas que pasaba viendo Breaking Bad se alargaban para parecer tan largas como varias horas de la clase más aburrida que os podáis imaginar, y me intentaba animar pensando que en algún momento la cosa se pondría interesantísima y que empezaría a ver esa supuesta “obra maestra” de la que todo el mundo hablaba y que yo no logré encontrar. Solamente algunos capítulos conseguían quitarme la respiración por segundos, dejándome perpleja por las barbaridades que ocurren en el mundo de la droga, pero nada más. Pero, a pesar de mi descontento durante esas tres temporadas centrales, he de admitir que la última temporada y el final de la serie tuvieron un nivel bastante superior; es más, el final, podría decir incluso que me gustó, aunque las cosas no sucedieran del modo que yo hubiese querido.
Sobre Breaking Bad y cómo hacer que las horas pasen más despacio
Si por algo me mantuve viendo la serie fue por ver la muerte de Walter White. Estaba claro desde un principio cuál iba a ser el destino del protagonista: si no era el cáncer, iba a ser algún balazo de un narcotraficante el que acabara con la vida de Walt y con la serie. Y yo que me alegro, porque Walter White ha sido uno de los personajes a los que más he deseado la muerte en mi vida. Al principio pensaba: “pobrecito, tiene cáncer, se va a morir y quiere salvar a su familia”, y sí, Walter White era un hombre que no merecía morir, y menos con las estupendas clases de química que impartía, pero conforme pasan los capítulos y Walt se va convirtiendo en Heisenberg, el egoísmo y egocentrismo que no le permiten ver más allá de sus narices, además de su avaricia, fueron haciendo que le odiara un poquito más cada episodio. Es sorprendente ver cómo evoluciona, cómo se va haciendo cada vez más frío y calculador. Es un personaje redondo, sí, pero odioso como él solo
Ante todos los actos impulsivos que Heisenberg lleva a cabo a lo largo de las cinco temporadas, una serie de personajes sufren las consecuencias. El primero, Jesse. Al principio me gustaba mucho la química (nunca mejor dicho) que había entre él y Walter White. Sin embargo, con el tiempo y a causa de esa transformación de Walt en Heisenberg, el capo de la droga, esa relación se va a pique. En estos casos, es irremediable posicionarse a favor de una de las dos partes y sin ninguna duda me posiciono en el bando de Jesse. A pesar de los muchos errores que comete, para mí es un claro ejemplo de un personaje bien desarrollado, que evoluciona con el tiempo y que va creciendo hasta el punto de tener que sufrir en cada escena en la que puedan hacerle daño, que no son pocas. Sin duda, Jesse es mi yonqui favorito. Además de Jesse, la familia a la que supuestamente Walt tanto quiere también tiene que padecer sus locuras. Hay un punto que debo resaltar, porque me chocó desde que empecé a leer opiniones sobre la serie, y es ese odio irracional que le tiene todo el mundo al personaje de Skyler. Para mí, Skyler es la única que tiene dos dedos de frente y que obra del modo más racional posible, con sentido común, sin regirse por impulsos cometiendo locuras. Sí, comete un error con su jefe, pero ¿no comete Walt muchos más errores a lo largo de la serie? Sinceramente, podría decir que Skyler es uno de mis personajes que más me gustan de Breaking Bad (junto con Walter Junior) y me da la sensación de que mucha gente la odia porque se opone al protagonista, ya que la televisión y el cine nos han acostumbrado a empatizar con los protagonistas sin tener en cuenta sus acciones y parece que muchos hacen oídos sordos a las barbaridades que comete Walt a lo largo de la serie.
Sobre Breaking Bad y cómo hacer que las horas pasen más despacio
Tras decir todo esto es posible que muchos me odiéis y dejéis de leerme en el blog (espero que no lo hagáis), pero aún así he querido compartir mis impresiones sobre esta serie e invitaros a debatir sobre los puntos positivos y negativos que encontréis, que es el cometido de este blog. He puesto muchas pegas sobre la serie sí, pero lo que no puedo negar es la enorme calidad interpretativa de todos y cada uno de los actores que aparecen en la serie: incluso el que tiene el papel más corto, es merecedor de admiración, ya que en un número considerable de escenas, lo que cobraba importancia era la interpretación del actor o actriz dado que el diálogo era algo secundario, y transmitir emociones con simples gestos no lo logra cualquiera. En este sentido, un bravo muy grande a todo el elenco. Espero vuestros comentarios ahí abajo, y que no me odiéis mucho. ¡Hasta la próxima!

Doralicia (@Doralais)

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