Sobre géneros pictóricos: el paisaje

Paisaje cerca de Ville d'Avray, 1873, J.-B. Camille Corot
Museum Boijmans Van Beuningen (Rotterdam, Holanda)
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Los criterios academicistas, predominantes durante el siglo XVIII y gran parte del XIX, establecieron una rígida clasificación de las bellas artes. Todos los pintores, aquellos que deseaban el triunfo y el favor de esas influyentes y monolíticas instituciones, debían desarrollar su arte de acuerdo a los principios y preceptos emanados de las insignes mentes preclaras que gobernaban las academias. En este contexto, también se estableció una clasificación, fuertemente jerárquica, que se refería a los diferentes géneros pictóricos, a sus valores y a su posición dentro del esquema del arte. Durante la tiranía academicista, el paisaje siempre fue considerado un género menor, obviando sus posibilidades lumínicas y ambientales, pensando en él como un simple divertimento, mero escenario de hechos más gloriosos o como el necesario aprendizaje por el que debían pasar aquellos que aspiraban a ser artistas reconocidos y valorados.

Playa de Brighton, 1824, John Constable
Victoria & Albert Museum, Londres - Fuente

Puede ser lógico que la Francia del siglo XIX, convulsa y revolucionaria, pero a la vez sujeta a rígidos esquemas, de doble moral tan decimonónica en lo social y lo cultural, descubriese las cualidades pictóricas, lumínicas y ópticas del paisaje pintado al aire libre. No menos cierto es que el origen de este gusto por el paisaje, como género propio con mayúsculas, comparable a todos los demás temas tan del gusto de los rigores academicistas, puede rastrearse en otros tiempos y en otros espacios. Pero la Francia del siglo XIX, más bien sus artistas conocidos luego como los impresionistas, bebiendo las lecciones de los que se englobaron en la llamada escuela de Barbizon, llevaron el paisaje a su máxima expresión. Quizás no fuese más que la reacción evidente de muchos artistas frente al clasicismo excesivo academicista.El paisajeha ocupado un puesto central en el mundo pictórico. Asunto diferente es la consideración que los propios artistas y los teóricos en la materia otorgaban a este género. Por ejemplo, el arte orientalha otorgado una importancia crucial a los temas naturales y la historiografía señala la existencia de este tipo de representaciones en la pintura antigua. En el ámbito artístico occidental, los siglos medievales decidieron limitar la representación naturalista que cada vez se esquematizó más y adquirió un fuerte carácter simbólico. La naturaleza medieval era el simple escenario que ponía de manifiesto la creación divina o que servía de marco para el desarrollo de la escena religiosa.

Paisaje, Paul Trouillebert (1829 - 1900)
Walters Art Museum (Baltimore, EE.UU.) - Fuente

No será hasta el siglo XIII y el XIV cuando en Italia, la que cambiaría para siempre la propia historia del arte europeo, el paisaje fuese cobrando cada vez un mayor protagonismo. Eso sí, un paisaje de profundas resonancias clásicas cuya única misión en la composición era la de servir de telón de fondo a las grandes escenas religiosas, históricas o mitológicas. Sólo en la Europa nórdica, en los siglos posteriores, el paisaje fue adquiriendo mayor relevancia con el paso del tiempo en relación con los gustos de la nueva clase emergente y adinerada, aquella que podía adquirir el arte: la burguesía.Ese proceso, largo y lento, en el que el paisajeadquiere autonomía y grandeza, culmina en el siglo XIX francés. Después de las experiencias italianas, de los ensayos de los ingleses como Turner o Constable, algunos pintores franceses, como Corot, se lanzan con avidez a los caminos de Francia para trazar y retratar sus campos y sus paisajes, tomados del natural, tal como se percibía a la vista (en este proceso habría que destacar avances puramente técnicos, como el tipo de caballete empleado o los tubos de pintura). Fueron precisamente todos estos pintores los que se internaban en los bosques de Fontaineblau poniendo las bases sobre la que explotaría con fuerza los impresionismos posteriores que vieron no ya la esencia pictórica de la naturaleza; admiraron y captaron su luz, sus tonalidades, sus atmósferas.

Mañana en el Sena, 1898, Claude Monet
National Museum of Western Art (Tokyo, Japón) - Fuente

A partir del 5 de febrero, y hasta el próximo 12 de mayo de 2013, el Museo Thyssen – Bornemisza de Madrid propone un interesante recorrido a través del paisaje como género pictórico y la pintura al aire libre mediante su exposición temporal Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Goch a través de más de cien obras fundamentales para comprender el complejo proceso que llevó al paisaje y la naturaleza como tema fundamental en el arte occidental.Luis Pérez Armiño