Revista Cocina

Sobre la dieta vegana: conclusión provisional

Por Hugo

Tal como acabo de escribir en mi protolibro (pág. 230):
En la teoría soy partidario de limitar el consumo animal y vegetal al máximo posible. En la práctica, sin embargo, ese máximo dependerá de cada persona, toda vez que la ética ha de ser en primer lugar autoconstruida, y en segundo lugar debatida entre iguales pero no forzada. En términos generales, los frugívoros restringen su consumo literalmente al máximo, ya que su dieta está basada solamente en frutas (incluido el tomate y el aguacate), frutos secos y semillas. Los veganos, algunos de ellos crudívoros, lo reducen algo menos, ya que rechazan todo alimento de origen animal (incluido la miel) pero ninguno vegetal. Los ovo-lacto-vegetarianos prescinden de la carne pero no de los huevos, la leche y sus derivados. Los casi-vegetarianos, algunos de ellos macrobióticos, basan su dieta casi por entero en alimentos vegetales, pero añaden una vez a la semana o menos algo de carne animal. Los demás, que son cerca del 95% de la población, consumen a diario alguna fuente de origen animal. Solo unos pocos de estos últimos comen habitualmente más animales que vegetales.
Todas las dietas tienen sus pros y sus contras. Ahora bien, como en todo, deben de existir criterios absolutos que nos sirvan para poder compararlas entre sí. No me cabe duda de que si uno hace hincapié en el criterio del respeto a todas las formas de vida y al medio ambiente, el frugivorismo parece ser la mejor dieta, seguida de cerca por el veganismo, mientras que la que se basa en un consumo abundante de carne parece ser la peor. Pero si se hace hincapié en la salud, la cosa se complica. La ciencia de la nutrición no lo sabe todo, así que apoyarse en ella para defender una u otra postura debe hacerse con prudencia, asumiendo conscientemente cada uno y cada una el riesgo inherente a toda elección. Sin caer ni el cientificismo ni en el eticismo. Cuanto más nuevo sea algo, no necesariamente peor, más arriesgada será su adopción. Por tanto, tu decisión la tienes que juzgar tú mismo/a, con autonomía, información y sentido común.
Yo he seguido la dieta vegana (que no es solo una dieta, por supuesto) durante dos años. Y aunque creo que con esfuerzo, planificación y viviendo en una región con cierto nivel de seguridad alimentaria el veganismo puede ser viable y saludable, actualmente prefiero diversificar un poco más las fuentes de nutrientes. Por eso, a pesar de que no me encanta su sabor y de que forman parte del reino animal, he decidido incluir en mi dieta el consumo de almejas y otros bivalvos una vez a la semana, por su contenido en hierro de mejor absorción, vitamina B-12 «natural», calcio, zinc, yodo, proteínas de mayor digestibilidad y ácidos grasos Omega-3 (DHA y EPA), precisamente todo lo que la dieta vegana proporciona con menor facilidad. Aun con todo, el 99% de mi dieta sigue siendo vegetal, sin olvidarme de los alimentos enriquecidos con vitamina B-12 (cereales y bebida de soja con calcio) para desayunar y de los platos principales ricos en proteínas vegetales casi a diario (de menor a mayor precio: humus casero, lentejas, potaje de garbanzos, olleta, tofu, seitán...).
Espero haber podido aclararle algo a alguien, incluido a un servidor ;o)

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