Sobre la suplementación energética

Alberto Contador ha sido sancionado por el “supuesto consumo
de un suplemento energético” contaminado por clembuterol,
según el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte).

Ayer hablamos sobre la sanción en sí, sobre si es justa o desproporcionada … Hoy queremos aportar un poco de luz sobre la suplementación deportiva.

No es la primera vez que un deportista de élite da
positivo en un control antidoping por el consumo de un suplemento
alimenticio “contaminado”.

La contaminación en estos productos puede venir por dos vías:

1.- Porque se fabriquen en un laboratorio farmacéutico que utilice
estas sustancias para la fabricación de medicamentos.

2.- Simplemente, porque se les hayan añadido de una manera
voluntaria.

Veamos el primer caso. Aquí la causa de la contaminación es
involuntaria y puede ser debida a una limpieza imperfecta en alguna
de las máquinas que han contenido estos productos químicos
utilizados en fabricaciones anteriores de medicamentos, o bien por
un error humano (muy difícil que suceda) en donde un operario haya
confundido un determinado producto químico de los existentes en el
almacén de materias primas por otro, que sería el que debiera usar en
la fabricación del suplemento.

El segundo caso de las vías de contaminación, por desgracia, es el
que se presenta con mayor frecuencia. Hay fabricantes sin escrúpulos
que quieren aumentar las ventas “a cualquier precio”, y para que sus
productos sean más efectivos, les añaden pequeñas cantidades de
fármacos, evidentemente prohibidos por ser considerados doping.

Los Complementos Alimenticios (suplementos dietéticos, alimentos
para situaciones de esfuerzo y desgaste), por normativa legal y por
definición, no pueden contener ninguna sustancia tipificada como
medicamento, sea o no clasificada ésta como doping.

Para evitar las contaminaciones debidas en el primer caso, lo ideal es
que los Complementos Alimenticios no se fabriquen en laboratorios
farmacéuticos.

Para evitar el segundo caso, se debe recurrir a marcas de reconocido
prestigio, que no se fabriquen en laboratorios farmacéuticos, que
tengan un registro sanitario en España, que hayan demostrado
con el paso de los años su honestidad, y que las etiquetas estén
en castellano. La normativa vigente prohíbe la venta de productos
dietéticos etiquetados en otros idiomas. Si los hay es porque no han
pasado los registros sanitarios correspondientes (¡¡peligro!!).

Los productos Infisport no se fabrican en laboratorios farmacéuticos,
están registrados en el Ministerio de Sanidad y desde 1978 los están
utilizando diariamente infinidad de equipos profesionales, la mayoría
de las federaciones deportivas, y cada día un mayor número de
deportistas de élite de deportes individuales que pasan continuamente
controles antidoping. Por eso, y por la idoneidad fisiológica de sus
formulaciones y la calidad de sus materias primas, es la marca más
recomendada por la Medicina Deportiva Española.

Todos aquellos deportistas que consuman los productos de Infisport pueden estar completamente tranquilos, ya que nunca han contenido, ni contienen
ni contendrán productos tipificados como doping ni cualquier otra
sustancia considerada como medicamento.

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