Solo hay una cosa importante

En aquel tiempo, entró Jesús en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte mejor, que no le será quitada». Lucas 10, 38-42
Marta estaba preocupada por algo realmente bueno e importante, porque Jesús venía a cenar a su casa y ella quería que todo estuviera perfecto. Todo tenía que estar impecable ese día. La comida en su punto, los manteles limpios y todo en completo orden. Ella sabía que “estaba sirviendo a Dios” y quería hacer todo de la mejor manera. El problema fue cometer un error muy pero muy común en el servicio a Dios. Mientras trabajaba para él, el trabajo se volvió más importante que Dios. Lo que comenzó como un deseo enorme de servir a Jesús, sin darse cuenta se había convertido en una forma de servirse a sí misma… Se olvidó que la comida era para honrar a Jesús y no para quedar bien ella, en cambio María no hacía otra cosa más que escuchar a Jesús.
Cleopatra era una mujer excepcional, una mujer que tenía cinco cualidades que difícilmente encontramos en una mujer, la mujer normal tiene solo una de estas cualidades.
La primera cualidad de Cleopatra fue que era una mujer bellísima, muy hermosa según la descripción. El mal de las mujeres es compararse. La segunda cualidad que es muy difícil encontrar en una mujer bellísima, es que Cleopatra era una mujer inteligente, casi imposible de ver estas cualidades en una mujer. Ella tenía las cinco cualidades juntas. La tercera cualidad difícil de encontrar en una mujer bellísima e inteligente es que Cleopatra era una mujer culta, tenía una facilidad de aprender idiomas, hablaba perfectamente el latín, griego, hebreo, sirio y arameo. Era una mujer sorprendente. La cuarta cualidad todavía más difícil es que Cleopatra era una mujer astuta. Sabían que ella invento el jugo de uva, cuando tenía reuniones con los emperadores, los invitaba a cenar y mientras ellos bebían vino, Cleopatra bebía jugo de uva lo más parecido entonces al vino. Señores no se dejen emborrachar por sus esposas porque sueltan toda la sopa. La quinta y última cualidad de esta increíble mujer y continuo insistiendo en que es muy difícil de encontrar en una mujer, que digo muy difícil, imposible de tener una mujer es que Cleopatra era una mujer que "hablaba muy poco y escuchaba más", que difícil verdad.
Cuando ores no lo hagas hasta que Dios te escuche, mejor ora hasta que escuches a Dios, pues "Solo hay una cosa importante, María escogió la mejor parte y no le será quitada", nos podrán arrebatar todo en la vida, al morir nos podrán dejar sin nada, pero sabes una cosa, nadie podrá quitarte aquello que escuchaste de Dios, aquello que escuchaste de ti y de los demás.
Tú Amigo, Daniel Espinoza ¡Consuela a mi pueblo! Blog