Somos domingo

Cómo somos. Hoy es el día de descanso oficial, el único en que gandulear está permitido y hasta bien visto. Pese a todo, pasamos buena parte del tiempo criticándolo (yo lo hago muchas veces) y quejándonos de que si es aburrido, que pasa volando, que ya mañana es lunes, que no hay nada que hacer y que ya tenemos al lunes encima, como un vendaval que echará por tierra los buenos deseos de aprovechar el tiempo que habíamos acumulado para el fin de semana, ése que vamos a perder en unas horas. Desde aquí, y también como plan de autoayuda, reivindico el domingo: unas minivacaciones para minijobs, con casi todas las neuronas desconectadas y sólo un pequeño retén de guardia para no morir en el intento. Y para escuchar y ser nosotros mismos por unas horas.

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