Somos legión – @Netbookk

-Disculpa, ¿me dejas pasar? – le preguntó al anciano de delante, rozando su hombro.

-Yo, te dejaría – le contestó el anciano -, pero dudo mucho que todos estos de delante, hagan lo mismo… – y diciendo esto, al apartarse a un lado, pudo ver un horizonte lleno de cabecitas que se extienden por todas partes hasta donde alcanza la vista…

-Perdona, yo es que soy nuevo y creía.

-No te preocupes, suele pasar. Yo, como ya soy veterano… He pasado por aquí un montón de veces. Voy avanzando poco a poco y luego cuando ya casi lo he logrado, llega otra oleada de nuevos empujando fuerte. El impulso me arrastra otra vez hacia el fondo y tengo que volver a empezar de nuevo.

-¡Vaya putada! ¿Y llevas mucho tiempo así?

-Pues ya no me acuerdo, pero puedo decirte que depende de cómo se mire no es nada malo, al menos yo sigo en marcha. Hay otros que se han ido mucho antes. Fueron estrellas fugaces que casi lo lograron, pero que en el último momento, se desvanecieron para dar paso a otros nuevos.

-Mira, siéntate en esta cisura un ratito conmigo, nos apartamos del paso y te cuento… – le propuso el anciano, mientras se sentaba con dificultad -. Mi teoría es que somos demasiados. He oído decir a los imposibles, los más viejos del lugar, que antes no era así. Hace tiempo esto no estaba tan lleno, pero claro, con el tiempo se van acumulando las ideas (esas locas impulsivas),  los imposibles (todos esos sueños, que como yo, están por cumplir), los cobardes (todos aquellos que debería haberse hecho realidad hace tiempo pero que no se atreven a salir), las fantasías eróticas (tan locas y divertidas ellas), y toda la fauna de estúpidos proyectos sin cumplir y, claro, esto acaba poniéndose de bote en bote, porque quieras o no… Somos muchos, somos legión.

Dicen, los que lo conocen un poco más, que no es mal tipo pero yo creo que tiene demasiado poblado el interior de su cabeza. No para. Hay compañeros para todos los gustos. Están los que forman su personalidad, los impulsivos, los reflexivos (que, a decir verdad, son bastante escasos), las locas ideas, los agresivos que andan buscando gresca todos los días y contra los que nos ponemos de acuerdo todos los demás, para que metan la pata y callarles la boca. … Pero yo, más que por su intención, me he acostumbrado a clasificarlos por sus colores.

Si seguimos la escala cromática, primero estarían los Transparentes: efímeros, inconstantes por definición y todavía por formar. Son incapaces de decidirse por un color y, por eso, los reflejan todos. Luego llegarían los Blancos: compañeros funcionales que mantienen en marcha las constantes vitales básicas, sin plantearse llegar más allá. Después Los amarillos: tímidos, jóvenes, que están empezando a avanzar en una dirección concreta. Los Naranjas, son intuiciones y están relacionados directamente con el cerebro de reptil. desobeientes y díscolos, siempre quieren salirse con l suya y no atienden a razones.

Los Verdes, son paz, calma, sosiego y cada día que pasa son más escasos y raros de ver. Los Azules representan todo lo relacionado con el arte… ¡Ay! de los artistas, locos y visionarios. Y justo detrás de ellos siempre llegan los Rojos. Pura pasión, con toda su gama cromática que va desde el rojo amor flojito hasta el tono más oscuro, como los oscuros sueños que representan. Ahora que hago memoria, hace mucho que no he visto a ninguno por aquí cerca… Los ocres son los más abundantes y tienen fama de serios y aburridos. Representan todo lo relacionados con las obligaciones, trabajo y familia. De ahí saltamos directamente a la gama de los Grises, a los que todos evitamos, porque cuando aparecen ellos en escena significa que habrá problemas… en su compañía, se puede oler de cerca la tormenta.

Es un momento de furia incontrolable que suele venir seguida de un espacio de calma tensa inesperada y puede desembocar en la extinción de todos nosotros, la desaparición de los colores de la mente y el absoluto vacío. Es una solución pasajera y voluntaria, que él aplica de vez en cuando para aliviar la tensión porque su cerebro no puede parar quieto. Durante un tiempo todos nos desvanecemos para dejar espacio libre y sólo queda el silencio de una mente vacía… Poco tiempo después, cuando la calma empieza a asentarse con el primer sueño, empiezan a aparecer de nuevo los blancos y luego, según haya sido de grave la crisis esto vuelve a ser un encuentro de viejos amigos. Los compañeros que llevamos mucho tiempo dentro de su cabeza, todavía por cumplir.

Y, por último, llegan los Negros que son los parias de aquí. Son compañeros solitarios, van de uno en uno y nadie quiere cruzarse con ellos ya que representan la parte más oscura de las malas ideas que todos hemos tenido alguna vez, las que suponen acabar con todo, para siempre. Punto final.

-Perdona si te aburre mi cháchara de viejo compañero aburrido, pero no tengo muchas oportunidades de charla aquí dentro cada cual va a la suya. Y… ¿Qué es ese rumor sordo?. No puede ser… Pero parece que…- se interrumpe el anciano, mientras en su cara se refleja el estupor de algo increíble.

-Mira, mira jovenzuelo – grita alterado -, vas a tener mucha suerte para ser un recién llegado. Por allí llegan los Morados. Disfruta de su visión porque es muy rara. Míralos tan bellos, esbeltos. Tan suaves y sensuales. Míralos como avanzan rápidamente hacia la luz, parece que flotan… Ya no hay escapatoria joven, No intentes protegerte porque la aparición de estos compañeros significa que esto un orgasmo, y por la intensidad, parce que es uno de los que hacía tiempo que no vivía… Dentro de poco el rio de compañeros morados será tan fuerte que todos seremos arrastrados por él. Luego llegarán algunos espasmos, nos faltará el oxígeno durante unos segundos, unas cuantas sacudidas más y un gruñido sordo anunciará que todos nosotros desapareceremos para dar paso a una serena sensación de vacío y a una inmensa sensación de paz…

-Un orgasmo… ¡Hacía tanto tiempo! – dijo, sonriendo, el viejo pensamiento justo antes de explotar suavemente, como una pompa de jabón.

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