Soñar despierto

Dicen que leer adelgaza. Porque el cerebro se tiene que esforzar en entender las letras y motiva a ese músculo vago por naturaleza. La televisión es más amena para nuestra mente porque no sugiere esfuerzo de pensamiento. Te lo dan todo hecho. La secuencias, los planos y todo lo psicológicamente influyente para el visionario de imágenes. La imagen no tiene compentencia, es tan devoradora como el capitalismo desbocado con sus "fondos buitres" y demás devastadoras técnicas de comercio inhumano. Leer adelgaza. Y dicen también que soñar despierto es sano. Leer y soñar despierto. Antes me hubieran quemado en la hoguera como mínimo por unir ambos conceptos en una misma frase. Producimos libros como rosquillas y sin embargo, la televisión nos obnubila sin remedio multiplicado por mil. -Que las dos cosas se pueden compaginar, oiga-. Sí, supongo. Pero la influencia visual nubla el artificio literario y la arquitectura mental . Leer y soñar despierto es lo que falta para comprender que la austeridad favorece a la clase más rica, porque tiene; porque a la más pobre la sangra. Y ahora me vienen con remilgos de delincuentes que han sido cazados con las manos en el dinero de todos. -Y me saco una tarjeta black de la chistera, digo la cartera, ¡Alehop!-. Y me río en tu cara y digo que a mí la dieron para gastar. "Estar" despierto es mucho más duro y cruel que soñar despierto. Y leer adelgaza, sin duda.