Southland Tales

Ninguna película me ha hecho volver al principio para observar que en los 6 primeros minutos se encontraba toda la película. Richard Kelly lo hizo. Primero fue Donnie Darko, con este filme hermético y sofisticado Kelly se catapultó como Shane Carruth con su película "Primer", ambos utilizaron los enigmas científicos espacio temporales para conseguir presentarnos unas propuestas que juegan con el jucio y la forma de percibir la existencia, de hecho después de ver un filme de estos directores el aturdimiento es generalmente lo que nos queda.Richard Kelly es uno de esos directores que con una sola película ya sabes que no necesita de más, que ha logrado lo que muchos directores buscan y buscan, sin embargo cuando te avisan que ese director secreto ha ensayado un nuevo artilugio, algo que se llama curiosidad o expectativa te lleva  a la obsesión de ir a ciegas a ver su nuevo juguete.Lo que tenemos esta vez es una película exagerada, multiple, pegajosa, fabulosa. Al Inicio se nos presenta todo el filme, un resumen total que Kelly consigue edifcar con soprendente manejo de recursos fílmicos, por un lado mete dentro de ese resumen el history, introduce cámaras de vigilancia, enfoques televisivos, visiones dómesticas, voces en off, presentaciones en 3d, diseños de ingenieria y por encima de todo el argumento que deja pensando que hay que ver la película para poder entenderla.Después de eso se dan casi dos horas de una lectura lineal donde la mejor de las narraciones tiene su centro en la paradoja de los viajes en el  tiempo y en la mejor satira a lo que no logró la película "12 monos".El filme nos introduce de lleno en la máscara del juego lingüístico; se habla de una guerra inminente, de una insurreción dada por un grupo terrorista y de aquello que es el gobierno intentando sostenerse, pero también tenemos al actor estrella que escribe guiones proféticos y que al igual que el libro del apocalpisis se hacen herméticos y crípticos. De ahí en adelante todo son capítulos, el musical y la guerra de un hombre por buscar su identidad a pesar de tener los mensajes distopicos tan frescos como si nunca hubiese sufrido un accidente.La revolución se da, los dobles y las grietas temporales dan la evidencia y cuando todo se ha resuelto, uno como espectador se queda con la boca abierta pensando en cómo fue que este genio nos contó la moraleja en el inicio haciendo creer que sólo se trataba de una mera introdución. El prestigio quizás entonces de Kelly consista en eso, en presentarnos los mejores trucos de magia, en hacernos cree que la magia existe a pesar de todo y que tras lo imposible siempre hay una explicación de lo más ordinaria que uno jamás vio.Una de las mejores películas que he visto, imprescindible, total.