Revista Viajes

Sri lanka, día 11: ella a tangalla

Por Trotaburgos @trotaburgos

Nos hemos levantado a las 7:30 horas, lo de siempre y a desayunar. Como todos los días en este alojamiento tostadas a discreción con mantequilla y mermelada. Fruta fresca, plátanos, sandia y piña con té y café. Hemos estado muy a gusto aquí, es un alojamiento muy pero que muy recomendable. Los dueños encantadores. Veníamos para pasar una noche y al final hemos estado tres. Hasta ahora el mejor alojamiento del viaje, gente maja, vistas muy bonitas y mucha paz. En 10 minutos andando estás en el meollo del pueblo.

Después de un desayuno tranquilo a las 9:00 horas ha venido Upol a buscarnos. Tras despedirnos de los dueños y darles las gracias por estos tres días nos montanos en la minivan. Primera parada a unos 6 kilómetros para ver la cascada de Rawana.

Baja poco agua y es muy bonita, verla con mucha agua tiene que ser impresionante. Hay algunos puestos de suvenires al lado.

Tras disfrutar un rato del lugar nos volvemos a poner en camino. Hoy toca ir a la costa sur de Sri Lanka, concretamente a Tangalla o Tangalle. Por el camino hacemos una paradita en Embilipitiya para ir al wc.

Se nota que aquí no viene el turismo porque no vemos ni un solo sitio y eso que es una ciudad grande. Nos pega un buen susto un varano del tamaño de un cocodrilo pequeño, que rápidamente se oculta entre la espesa vegetación. Vemos locales de escribas y zapateros callejeros. Vemos también un puesto de fruta donde tienen la fruta del dragón.

Justo cuando nos montamos en la minivan cae una tromba de agua, pero como siempre intensa pero de corta duración. Tenemos suerte pues siempre que llueve nos pilla viendo algo o en la minivan.

Antes de llegar a destino queremos visitar el templo Mulkirigala Rock Temple. Cuesta 500 LKR por persona.

El templo se alza sobre una roca con cerca de 200 m de altura. Según antiguas inscripciones talladas en la roca, Mulkirigala se remonta hasta casi 2.000 años, cuando se trataba de un monasterio budista. El complejo tiene murales antiguos, una estatua de Buda reclinado, devalayas (templos de dioses hinduistas) y varias cuevas, las cuales se encuentran en diferentes niveles, mientras se asciende hasta la cumbre de la roca. Una de las cuevas alberga una biblioteca en la que en 1.826 se produjo un gran descubrimiento por el británico George Turnour, que encontró una serie de olas (manuscritos en hojas de palma) que contiene la clave para traducir el Mahawamsa, la "Gran Crónica de Sri Lanka".

Nosotros nos seguimos preguntando porque en este país todo lo tenían que construir en las alturas. Te pasas el día subiendo un montón de escaleras. Nos vamos acercando al sur y eso se nota en la humedad y el calor, así que nos hace sudar un rato las 500 escaleras. Vemos un símbolo de un hombre y un conejo que ya lo hemos visto en más sitios y que nos llama la atención.

Primero visitamos la parte baja donde hay 2 cuevas con pinturas en los techos y paredes y bastantes estatuas de Buda de todos los tamaños y posiciones. Es parecido a las de Dambulla.

Junto a las primeras escaleras para subir a la derecha se aprecian en la pared restos de escritura antigua. Subimos y llegamos a otras 2 cuevas similares a las de abajo, tiene algunas pinturas en la pared que nos gustan.

Continuamos otro buen tramo de escaleras, algunas de ellas antiguas talladas en la roca, hasta llegar arriba del todo. Aquí solo hay una pequeña estupa blanca y no tiene vistas por que hay árboles por todas partes. TIPS: desde nuestro punto de vista recomendable la visita, pero un poco cara la entrada.

Con las mismas nos bajamos y continuamos camino hasta Tangalla.

Paramos 2 Km. antes para comer en el restaurante Saliya que recomienda la Lonely Planet. Pensamos que estuvo por aquí el becario porque es todo menos recomendable. La comida nada del otro mundo, muy lentos y encima nos ha querido cobrar la comida de Upol. La descripción de la Lonely de vistas bonitas a unos manglares no son ciertas y que tiene radios antiguas tampoco, solo hay una y totalmente rota. Así que si venís evitar este garito.

Habíamos visto algunos alojamientos por booking y hemos ido a ver un par de ellos. Al final nos hemos quedamos en el Reggae Zone Beach Resort. Nos cuesta 3.500 LKR la habitación doble con desayuno. Es un poquito más caro pero merece la pena. Está en la misma playa, gente muy amable y buen ambiente. Tienen habitación para Upol.

Esta parte de la ciudad está llena de alojamientos, todos con restaurante. Lo primero que hemos hecho después de dejar las mochilas en las habitaciones ha sido pedirnos unos lassis y tomárnoslos en la playa. Algunos han metido los pies en el Índico. Es peligroso bañarse pues el mar tiene mucha fuerza, las olas al romper suenan que da miedo. Esta playa se llama igual que la bahía, Medaketiya y tiene 10 km. de larga.

Tangalla es de las ciudades más grandes del sur. Tiene un clima templado, en comparación con el resto del distrito, y las playas de arena. Tiene un puerto pesquero importante. En la zona donde estamos no da para nada la sensación de ciudad.

Nos vamos a dar una vuelta y vemos muchos alojamientos. Como en todas partes en cuanto se hace de noche hay que salir con linterna porque está todo muy oscuro. Nos ofrecen ir a ver el desove de las tortugas en la playa Rekawa, que está a 10 km. Decimos que no, luego en el hotel nos han dicho que cuesta 1.000 LKR por persona la entrada y hay que ir en un tuc tuc a parte. A partir de las 20:00 horas se puede visitar. A lo mejor vamos mañana.

Alquilar una moto cuesta 800 LKR al día más gasolina. Hemos visto algunos restaurantes con mesitas en la playa que para pasar una velada romántica puede ser lo más. Se nota que estamos en la costa pues en todos los sitios tienen mucho pescado.

Volvemos a cenar al hotel y pedimos Calamares fritos con ensalada y patatas fritas y langostinos con ensalada y patatas fritas. Estaba todo buenísimo. Y unas cuantas cervezas para amortiguar estos calores.

Nos encontramos en la gloria así que hemos decidido quedarnos una noche más. Cuando se lo comentamos a Upol nos dice que si no le necesitamos mañana, le damos permiso para irse a su casa que está a una hora de aquí. Le decimos que se vaya sin problemas. Nos deja las llaves de la furgoneta pues se marcha en autobús que es mucho más barato.

Un buen rato de relax después de cenar junto al mar, esto si que parecen vacaciones.... A las 23:00 horas nos dicen que van a apagar todas las luces y es que hay un chico neozelandes que cumpleaños. Su novia le ha preparado una pequeña sorpresa. Le cantamos el cumpleaños feliz mientras sopla las velas de una tarta, que luego nos reparten a todos los que estamos. Sacan unas cervezas y nosotros al poco nos subimos a dormir. La música esta a tope y es difícil conciliar el sueño, pues estamos justo encima de la fiesta.

Saludos viajeros.


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