Starwey to heaven (Escalera al cielo)

La escalera para subir cuando todo acabe, cuando nuestra alma diga, que ya está bien,  que el mundo ha comprendido todo, el ser humano es libre de pensamiento y obra,  no hay censura, no hay castigo al que se equivoca o pierde la imaginación y cae.
No tendremos más misiones de conocimiento, tanto el interno como el externo  que engloba a todos los seres humanos, no tendremos más que colores alrededor,  descubriremos por una vez y para siempre, el AMOR, hasta ahora solamente  hemos conocido pinceladas de este sentimiento, no todo el placer o las sensaciones,  las miradas traviesas, las escondidas en la habitación de ella, en susurros. Hemos sentido las mariposas en el estomago, pero que poco a poco iban muriendo, 
por no saber qué hacer con ellas, salían de nuestra boca, por los poros de la piel,  hasta por nuestro sexo en un golpe de estado amoroso, las caricias escalofriantes  que ponen los pelos de punta, los besos sofocantes que parecían no tener fin,  las cartas de amor, los mensajes ocultos en un diario que todos leían, pero que nadie  obedecía esa llamada de amor desesperado, inocente, tortuoso, por el que dirán,  por el qué pensará, por la baja autoestima, por la diferencia de clases, de piel y raza,  por el otro interés, y no el amor eterno y fiel. 
El amor de un segundo, ahora nos lleva mecido hasta el siguiente, el nivel más alto,  el del hombre iluminado que nos lleva a la perfección mental, ya terminó el autoconocimiento,  ya sabemos quienes somos, ahora solo queda sacar los colores del alma y nuestra luz,  para vivir iluminados por la verdad. Poder traer Nutopía a la tierra, irnos a vivir a esa  República Independiente de Lennon y Yoko.
Hacer el amor y no la guerra no será más un lema, una orden o un slogan,  será nuestro único cometido, nuestra más sincera demostración de amor,  para con el ser humano.  
Y nuestro amor será eterno, y nuestro nombre no será una barrera, será lo menos importante,  primará nuestra profesión Nutópica, nuestra verdadera esencia que debemos dar al mundo. Seremos mensajeros de la nueva conciencia, la de ayudar a madre tierra, la de proteger al prójimo,  la del descubrimiento de nuestra alma, de la verdad escondida o desconocida, del cambio de torna,  de la puesta del revés, de la puesta de largo.
 Pero primero hay que encontrar esa escalera, y no está en un paraje remoto, en un desierto,  en un cielo abierto el día del juicio final, está en nuestro interior, y ni siquiera está  en nuestro inconsciente tan poco explorado, está en nuestro corazón, menos explorado todavía, salvo contadas ocasiones. Debemos abrirlo de par en par, poner una cama de más, o una de matrimonio, y dejar vivir a nuestra alma gemela en ese adosado lleno de sentimientos y que se paga con PAZ Y AMOR. COPYRIGHT © JUAN JOSÉ LAJARA CÓRCOLES 2010, R.P.I. nº 08/2010/552