Stefan Zweig; Adios a Europa, Las tribulaciones de un genio

Por Gema García

"Stefan Zweig; adiós a Europa" nos ofrece una visión impresionista, delicada, profunda, intimista y con una cuidada fotografía basada en los años de exilio de uno los mejores humanistas del s. XX, Stefan Zweig, lo hace mediante una serie de secuencias claves de su vida, variando la estructura de los Biopic al uso, este incansable observador de las emociones humanas, escritor, biógrafo, activista social es el protagonista de esta reflexión metafórica de la vida y la muerte.

Este austríaco de origen judío que presenció la hecatombe del imperio austro-húngaro y la primera y segunda guerra mundial, fue víctima, al final de sus días, de la nostalgia y melancolía que lo acompañó toda su vida junto al intelecto más elevado y comprometido que he conocido jamás. Su Yo permanente, su conciencia individual, el que lo identificó como uno de los poquísimos pacifistas que denunciaron activamente la primera guerra mundial en una época donde los únicos valores ensalzables debían ser el patriotismo representados en la beligerancia más optimista.
Stefan Zweig; Adios a Europa, Las tribulaciones de un genio

Stefan Zweig; Adios a Europa, Las tribulaciones de un genio

Si el objetivo de la película es desentrañar las claves para entender la muerte voluntaria de Stefan Zweig junto a su segunda mujer durante su exilio en Brasil huyendo del nazismo, me temo que se queda en un mediocre intento. Si por el contrario, pretende esbozar una visión intimista sobre los últimos años del escritor, cumple su objetivo, aunque la sensación es agridulce…¡Qué oportunidad perdida de transmitir su pensamiento, miedos y la tensión moral en el ocaso de su vida!
Stefan Zweig; Adios a Europa, Las tribulaciones de un genio

La película refleja el exilio del escritor en un paraíso irreal que se figura es Brasil, contemplando desde lejos la dramática situación en la que quedan sus amigos, la población judía y todos los contrarios al régimen. Ayuda a conseguir visados pero el lamento interminable de socorro de las víctimas rebasa sus posibilidades. En ese aspecto tiene ciertos paralelismos con otras historias sobre el holocausto donde personajes ajenos a la situación real de Alemania y los judíos, acaban despertando de sopetón a ellos.

La conversación con su primera esposa (encarnada breve y espléndidamente por la actriz Barbara Sukowa en una de las pocas secuencias que aportan significado al film) lo devuelve a su miedo y enfrenta a la cobardía, presentando eso sí, la inmensa soledad y dolor de un hombre humilde y responsable que no deja de recibir homenajes por su obra allí donde aparece para refugiarse, mientras naufraga en el pesimismo de quién está desesperadamente convencido de que el nazismo destruirá Europa en breve y se extenderá por el mundo de forma irremediable.

Los años de exilio del escritor fueron un peregrinaje de viajes, reconocimientos públicos en países como Inglaterra, Estados Unidos y Brasil, donde sus lectores le profesaban su admiración y respeto, y donde Zweig se sentía cada vez más perdido y desorientado. Precisamente la película comienza con el recibimiento del escritor por el embajador de Brasil en 1934, año en que Hitler alcanzaba el poder absoluto en Alemania, continúa en 1935 con la rueda de prensa que se celebró en la sede de la editorial Viking (Nueva York) donde desconcierta a los periodistas negándose a hablar mal en público de Alemania, evidentemente no por no ser contrario al nazismo, sino por lealtad y apoyo a su segunda patria, la de sus amistades, la nación protagonista de sus relatos cortos, novelas, biografías, de sus Momentos Estelares de la Humanidad, de su conciencia.

Discurre mediante flashbacks en la cotidianidad del que sería su último hogar, en Petrópolis (Brasil), retrocede a su exilio en Nueva York en 1939 donde tiene lugar la escena con su primera mujer que lo pone en jaque respecto a qué decisión tomar para ayudar a obtener visados de sus amistades y conocidos. La última media hora se nos hace tediosa sino fuera por esas frases que se cuelan en conversaciones con su amigo Ernst Feder, donde transmite su opinión vehemente y derrotista de que el mundo terminará sucumbiendo al nazismo.

Y finalmente…voilá, la escena final, memorable. Exquisitamente tratada, cinematográficamente impecable, No hay detalles, morbosidad, sólo fugaces segundos del reflejo a través de un espejo del triste final de Zweig y su esposa, de las miradas desconcertadas de sus sirvientes e íntimos amigos, enmarcadas primero con un abrumador y acongojante silencio, seguido del vibrante rezo y el estremecimiento profundo de su declaración de intenciones, su carta de despedida, la única explicación con sus propias palabras a lo que hizo. Sobra el resto del metraje.

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##check## Lo bueno

Un personaje interesante cuya vida se narra de manera original.
La memorable escena final.

##times## Lo malo

Se hace algo pesada en su parte final.
No se ahonda lo suficiente en las motivaciones que le llevan a su destino fatal, no parece haber una clara causa/efecto.

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Ambientación 7.5

Buena ambientación en todos los escenarios, contraponiendo la viveza y color de Brasil con la oscuridad y pena de una Europa en guerra.

Desarrollo de Personajes 7.0

A pesar de ser un personaje interesante no se desarrolla lo suficiente como para entenderlo completamente.

Argumento / Guión 6.0

La narrativa aún siendo original es algo dispersa y no acaba de justificar las casi 2 horas en que hay temas vitales que se pasan por encima mientras otros más superficiales no son analizados.