El cielo nublado, la lluvia, la nevera vacía… ¡Y nosotros que queremos darle vida a la cámara y hacer algunas fotografías! Aquí tenéis no solamente un secreto para un still life de un día nublado, sino unos cuantos…
De cuando en cuando (por no decir prácticamente todos los días) siento la necesidad de tomar la cámara y hacer algunas fotografías. Es físico. Y supongo que por esa misma razón me gusta tanto mi trabajo. Lo necesito para sentirme bien.
Ayer fue uno de esos días. Fuera llovía, el cielo, de un gris plomizo, no daba señales de despejarse, en mi nevera solamente unos pocos limones y mi cámara tristemente aburrida ¡Nada mejor que un still life para alegrar la vida a cualquiera!
A menudo, en los cursos de fotografía culinaria que imparto, oigo quejas sobre la fría y escasa luz de los días nublados y tormentosos, pero también podemos hacer preciosas fotos con ellas. Solamente hay que saber aprovecharla bien.
¿Cómo podemos crear un still life en un día de escasa luz?
Decidíos por un esquema de claroscuro, y aprovecharéis los tonos fríos y las sombras marcadas de este tipo de luz natural. No olvidéis el trípode, para que la fotografía no pierda ni un ápice de nitidez, ya que necesitaréis una velocidad de obturación algo lenta si no queréis subir el ISO, y todo irá bien.
En mi caso, y como os contaba, al abrir la nevera, encontré solamente unos pocos limones, a los que decidí sacar provecho. Con ese bonito color amarillo, perfecto para dar vida al día, el contraste con el color malva de las lilas, le iba que ni pintado ¡La magia de los colores complementarios! Si queréis saber más sobre ellos, podéis hacer clic en este enlace.
Además, escogí algunos complementos oscuros (los platos de loza del fondo y el plato de concha con los limones) y otros de colores neutros (el cubo con las flores, el fular gris de caballero de Zara Home, los cubiertos antiguos, el ovillo de cuerda…) para terminar de crear el bodegón.
El esquema de luz de este still life:
1.- En mi portafondos, colgué una tela de algodón negra, cubriendo la mesa sobre la que estaba colocada la tabla del bodegón o still life.
2.- Para que no llegara demasiada luz al fondo, eché la cortina blanca y espesa de la ventana, dejando, eso sí, que la luz iluminara los limones.
3.- Utilicé un difusor ligero delante de la ventana, para matizar algo la luz y que no se quemaran las luces altas.
4.- Coloqué un reflector negro al otro lado de la ventana para oscurecer el lado izquierdo de la imagen, enfatizando el claroscuro.
5.- Algunos de los datos EXIF de la imagen son los siguientes:
50mm
ISO 100
f8.0
0,6 seg.
Fijaos como sujeté la tela negra a la cortina lateral, para que cubriese toda la parte baja en la que estaba apoyada la tabla que servía de base al bodegón, dando la sensación, tras el paso por Photoshop, y el tampón clonador, de que la tabla está casi en el aire…
¡Atención, otro secretillo más!
El aspecto algo vintage de la imagen, y el ligero tono malva se deben a una capa de color morado oscuro y modo de fusión Exclusión, que hace maravillas en estos casos…
Y por fin, la imagen final:
¡Nada más por hoy!
Solamente recordaros que sigue abierta la inscripción al curso online Proyecto Lightroom que comienza el día 2 de mayo de este año 2016, y en el que aprenderéis todos los secretos de todos y cada uno de los módulos de tan fantástico programa ¡Os espero!
¡Miles de gracias por vuestra atención y visita al blog!
Sonia