Stranger Things: como los pantalones de campana

Andaba yo no hace mucho en la puerta de una sala de cine (la cabra tira al monte) esperando a entrar y se me cruzaron por delante tres jovenzuelos, imberbe él, de la misma edad ellas, una de las cuales preguntaba a los demás: “¿Habéis visto ya la segunda temporada de Stranger Things?”. La principal interlocutora comenzó luego a comentar su episodio favorito con los otros, evidenciando que su pregunta era más bien retórica, dando por sentado que sus amigos compartían la querencia por esta serie y que ya se habían digerido la susodicha temporada, probablemente en un par de sentadas. Cosas de Netflix y la posibilidad que brinda al colocar a la vez todos los capítulos y que sea el consumidor el que decida las dosis… La apasionada charla me llamó la atención, porque al tratarse de una serie que homenajea con nostalgia y sin cortarse un pelo a la cultura audiovisual de otra época, una en la que estos especímenes del nuevo milenio aún no eran ni siquiera proyecto de personas, el interés tiene además de mérito, toda la gracia.

Pero es que esta serie, además de un recorrido por la memoria de muchos ochenteros que la harán de imprescindible visionado, es muy adictiva porque divierte sin parar y tiene un muy buen guión y mejores personajes. Entre homenajes a E.T el extraterrestre, Los Goonies, Los Cazafantasmas, Alien o Gremlins, la muchachada que protagoniza la excelsa aventura de amistades, monstruos sobrenaturales y experimentos de alto secreto pasarán las vicisitudes que mandan los cánones de la buena película (serie en este caso) de aventuras que marcará tendencia como lo está haciendo, ya convertida en serie de culto. El reparto, exceptuando a la veterana Winona Ryder (icono en los ochenta, por cierto, y actriz que a un servidor siempre le ha parecido insufrible; fobias de cada uno…) está principalmente conformado por intérpretes jóvenes y hasta ahora desconocidos. De entre todos ellos destacamos a Millie Bobby Brown “la chica rara”, una actriz britanicomarbellí de solo 13 años con un poderoso magnetismo que la cámara adora por desmejorado que sea su look. Apunten este nombre que sigue la estela de la propia Winona Ryder o de la Natalie Portman de Leon el profesional.
Hace bastante poco se ha confirmado que la serie está renovada para su tercera temporada en lo que era un secreto a voces, ya que los hermanos Duffer, padres de la criatura, habían reconocido en alguna ocasión que estaban trabajando en nuevos capítulos. Por eso y porque, no nos engañemos, Netflix no piensa cargarse la gallina de los huevos de oro tan pronto. Eso sí, también se comenta por fuentes oficiales que no hay intención de estirar un chicle que no tiene excesivo recorrido antes de caer en la vulgaridad. Bien por ellos, mucho mejor breve y bueno.

Todo lo que en su momento marcó una tendencia masiva tiende de manera cíclica a resucitar para goce de nuevas generaciones que se sienten en la vanguardia por hechos como llevar pantalones de campana (que no son de los ochenta, pero han vuelto varias veces). Pongan un toque vintage en sus vidas, o simplemente pasen un buen rato por capítulo sin otro particular, pero en cualquiera de los casos, den una oportunidad a Stranger Things.