Sub-Terrania: ‘El mejor jueguito de la Sega’

Hacía poco me hallaba yo transitando otra de esas increíbles y desorbitantes cumbres depresivas, producto de uno vaya a saber qué; a estas alturas ya es más fácil olvidar los motivos que recordar las penas. En esa situación me puse a mirar sandeces por youtube y caí, como suelo caer siempre, en las canaletas de los videojuegos, pero esta vez, me puse a mirar a un gran amigo que aprecio mucho, el simpático Slobulus. Pese a que detesto a los españoles y cómo hablan, este señor me cae la mar de bien.

El video que estaba mirando hablaba de las contraportadas de los juegos de antes, que eran la única forma de saber algo del titulo que teníamos en nuestras manos. Ahí el buen slobulus muestra algunos casettes de jueguitos de Spectrum y las descripciones de las cajas… y ahí fue que comenzó mi depresión pues nosotros en estos pagos solo teníamos cartuchos pelados, que la mayoría de las veces eran copias de dudosa calidad, y la única forma de saber si un juego estaba bueno era creerle al tranza del videoclub, escuchar las reviews en los recreos de la escuela o leer alguna revista, si es que conseguíamos, si es que esta tenían los cartuchos que nuestras manos toqueteaban.

Hoy en día toda esa cuestión de las tapas, contratapas, cajas y manuales se perdió. Internet arrasó con todo, y bien por eso, sino no estaríamos con este sitio. Lo más parecido a la situación de infancia de descubrimiento de títulos de forma azarosa es mediante la descarga de miles de ROMs, lo cuál hace todo más abstracto porque solo tenemos un nombre. Es así que de esta manera he llegado a descubrir el mejor juego de Sega Genesis cuyo nombre es:

SUB-TERRANIA

El juego salió en el 93′ en Norteamerica y 94′ en Europa, de la mano de una extraña empresa llamada Zyinx. Hablaremos brevemente de ella antes de reseñar al juego.

Zyrinx tiene este nombre tan complicado no por el hecho de querer sonar como unos cracks sino más bien porque son daneses y como sabemos, ahí usan más consonantes que vocales y forman unas palabras imposibles de deletrear. El primer juego que lanzaron fue el Sub-terrania, luego, al año siguiente, sacaron otra joya de Genesis, que tal vez algún día reseñaremos, el Red Zone. En el año 95′, cuando Sega todavía insistía con su addon de 32x, la empresa presenta un video promocional, en VHS, donde muestra las posibilidad de su motor de renderizado 3D para dicho aparatejo. Pudimos rescatar ese histórico material:

Al ver este video uno piensa por qué carajos esta empresa no largó algún juego para la 32X, si se veía tan bien lo que podían hacer con ese aparatejo. No obstante eso, en el 96′ largaron el Scorcher para la Sega Saturn, uno de los juegos que aprovecha al máximo el potencial gráfico de la maquina, siendo quizás de los mejorcitos en 3D para esa consola.

Pero volvamos ya al Sub-terrania.

El juego parece, a simple vista, un típico shooter de navecitas. A veces los sentidos y las costumbres nos engañan, que fue lo que me sucedió apenas comencé el juego, salteando todo tipo de introducción que dicho sea de paso, es alucinante. Lo primero que me impacto, mucho antes de darme cuenta que no estaba ante un shooter común, es la música: sencillamente parece sacada de otro tiempo, de un futuro con sintetizadores reales y no simples chips de sonido de consolitas. Lo cierto es que con este juego se explota totalmente el Yamaha que tenía la Genesis.

El ideólogo del aparato musical se llama Jesper  Kyd, un muchacho que era desconocido para mi hasta el momento en que me puse a escribir estas lineas. Resulta ser que este es el primer trabajo de renombre para este muchacho que, años después, se involucraría en al menos dos proyectos harto conocidos: la saga Hitman y la infumable Assassin’s Creed.

Una vez superada la parálisis de las emociones producida por la asombrosa banda sonora, se acontece otro hecho que pone en jaque nuestro sentido de la vista, pues nos vemos metidos en un apartado visual de la san puta.

La cuestión es la siguiente: la raza humana ha avanzado lo suficientemente en sus desarrollos tecnológicos como para poder crear verdaderas colonias mineras debajo de la superficie. No sabemos bien si estamos en el planeta Tierra o en algún perdido lugar del espacio. La cuestión es que una raza extraterrestre invade las instalaciones mineras, provocando pánico, caos, muerte, destrucción y probabilidad de violación a todo aquel que sea minero.

Entonces, manejamos una navecita a través de unos escenarios bajo tierra, increíblemente hermosos que parecen haber sido pintados a mano. Los colores, los fondos y los enemigos que enfrentaremos están hechos con una pericia artística pocas veces vista en consolas de 16 bits. Me sorprendieron muchísimo apenas inicie el juego, los cristales rojizos que figuran en los primeros niveles son sumamente vividos y reales, no parecen simples pixeles puestos sino vividas imágenes sacadas de la realidad misma.

Esto por una parte, porque luego esta la mecánica del juego, que es alucinante y muy difícil. En cada nivel tendremos un objetivo más o menos parecido. Siempre deberemos rescatar a una cantidad de mineros y conseguir un sub-modulo de nuestra nave, pues apenas iniciamos el juego nos comenta que la base alienígena esta bajo el agua y para eso deberemos encontrar las partes necesarias para hacerle un upgrade a la nave que le permita sumergirse.

Los niveles están hermosamente logrados y son muy difíciles, porque no tenemos un mapa; este se muestra solo al inicio, donde nos indican los objetivos y dónde localizarlos. Para esto debemos volar a través de las cavernas, cuidando la cantidad de combustible que la nave consume. Este se acaba rápidamente y hay que usarlo responsablemente; nuestra nave acelera con impulso y cae por la fuerza de la gravedad, por lo que muchas veces bastará con dejarnos caer para no andar usando los propulsores. Además de esto, conseguiremos cohetes y armamento vario para hacerle morder el polvo a todos los monstruos bizarros con los que nos toparemos.

A mi entender estamos ante uno de los mejores juegos de la Sega Genesis, solo tienen que probarlo para corroborar lo que digo, y si no piensan como yo, poco me importa y bien pueden armar su propio sitio y decidir cuál es el mejor jueguito de la Sega.

Antes de despedirme, pasaré a comentar otra particularidad del videojuego. Leí por ahí que Sub-Terrania fue programado en una Commodore Amiga, que como sabemos fue, es y será la mejor computadora de todos los tiempos. La única forma que tuve de corroborar esto es mediante otro rumor, que si pude confirmar:

Al finalizar el juego nos permite ingresar en la pantalla de High Score. Allí figuran varios nicknames y todos ellos se corresponden a usuarios, hackers, programadores y crackeadores seriales que formaban parte de muchos grupos de usuarios de, por supuesto, la comunidad de Amiga

Dicho esto me retiro a la más tétrica oscuridad de aire acondicionado para seguir buceando en mi inconmensurable colección de ROMs

Hasta luego,

Esteban.