Acabamos a duras penas la primera temporada de Sucesión, un experimento fallido basado en una idea interesante.
Un guión confuso, poco creíble y lleno de personajes planos: el primo tonto, el yerno corto, el hijo pequeño idiota, el hijo mediano empanado... ni siquiera el personaje de Kendall se salva. Noc reo que nos pongamos con la segunda.