Pareciera que el destino y Suecia se pusieran de acuerdo para ser precisamente ellos los encargados de que casi siempre estén presentes en las hojas grises de la historia del futbol italiano y es que habría que hacer solo un poco de memoria o sumergirnos en el tiempo para darnos cuenta de que todo aquello que decimos tiene mucho sentido.
Remontémonos a la década del cincuenta, año 1958 exactamente, año mundialista y mundial al cual los italianos no asistieron por no lograr la tan ansiada clasificación, lo curioso de todo esto aquí es que justamente Suecia era el organizador de dicho mundial, avancemos a la década del noventa, 1992 se jugaba la Eurocopa pero los italianos brillaron por su ausencia, pero donde se jugó dicho certamen oh sorpresa en Suecia.
Como si esto fuera poco una vez más el destino puso a Suecia en el camino de los italianos, esta vez para disputar de manera directa, palmo a palmo y cara a cara uno de los últimos cupos restantes que sobran en este repechaje europeo, la ventaja conseguida en Estocolmo por parte de los suecos fue fundamental para que en Milán se encargaran de sepultar por completo las aspiraciones de los italianos de llegar a Rusia.
De esta forma Italia no estará presente en un campeonato mundial luego de sesenta años y de haber dicho presente en catorce ediciones de manera consecutiva, toda Italia sufre y llora la no clasificación, se esperan cambios drásticos dentro del seleccionado.
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