Suidicios en los desahucios, la sangre ha llegado

Más de quinientos desahucios al día, una situación social derivada de tener más de un cuarto de la población activa sin empleo que se hace insufrible y una justicia que con leyes antediluvianas pone, propone y dispone el derecho de la propiedad de los bancos por encima de la situación que se vive y el fin social que se supone a la economía.
No es cuestión de regatear el concepto de propiedad sino de ser consciente de la situación de estado excepcional que permite engrosar la lista eterna de activos inmobiliarios secuestrados para luego esas mismas entidades ser saneadas y, eventualmente, liberada de esos activos en la creación de un banco "malo" que será, como todo este enjuague, sufragado por el erario. Un negocio en cuatro etapas que beneficia a quienes nos han llevado a este punto: préstamo+rescate+embargo+banco malo.
Los tiempos son especiales, la posibilidad para acabar con la vida y futuro de muchas personas es evidente y los jueces incluso manifiestan su reflexión para ver que los momentos son duros para elegir el "Dura lex sed lex" canónico y no unas prórrogas y alquileres sociales que además de evitar ese salto al vacío de la exclusión permitirá que esos activos sigan vivos y cuidados hasta que se pongan en situación de embargo.
No es baladí el asunto, tiene tanta importancia como la de la creación de un estado de ira contenida que cualquier día puede hacer estallar el azud que lo contiene. Ya no es indignación sino una ira que, de no controlarse pudiera mancharse de sangre.
Por ahora la sangre es de suicida: de quienes no han podido superar el aciago destino y la negrura del escenario de quedarse en la calle, con familia, con responsabilidades, con depresión y con sensación de impotencia, pero en el futuro puede ser otra cosa.
Oído está por los políticos que sin embargo se llaman a andana, los de ahora, y recomiendan hacer lo que ellos mismos negaron, los de antes. En fin lo de siempre: los ciudadanos sufren y los políticos se andan con jaleos de fronteras aquí o fronteras allá.
Quejas audibles en Recuerdos del día de mañana.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.