Revista Coaching

Summertime (i)

Por Mbbp
jun
20
2014 actualidad // Escritor // Miguel Benavent de B.

SUMMERTIME (I)

Author Escrito por Miguel Benavent de B.   Comments Sin comentarios

Summertime (I)

Hoy empieza el verano. No sé si el meteorológico, pero hoy acaban las escuelas y a los niños se les pone cara sonriente y feliz de verano! Empiezan sus vacaciones, en ese momento de la vida en que las vacaciones son “el todo” y recuperan ese estado natural de los biorritmos marcados por la luz del día y por no parar de jugar. La ciudad pierde ese dinamismo de las mamás arrastrando niños al cole con rabietas algunos y contentos otros…

Hoy mucha gente empieza “oficialmente” sus ansiadas vacaciones estivales, abriendo sus casas de veraneo que permanecen aletargadas durante el resto del año. Y, si además, es un puente largo como lo es aquí con Sant Joan, empieza la emigración hacia la segunda residencia en el mar o en la montaña, para vivir esa vida sin horarios ni obligaciones, bajo el sol.

Aún recuerdo mis vacaciones de verano de niño, cuando tenían dos meses y pico, casi tres, en las que iba de un lugar a otro sin destino ni calendario. Nunca he veraneado en un lugar fijo, como muchos hacen, reencontrándose cada año con las mismas caras, las mismas gentes y los mismos lugares y rincones a la sombra. Eran lugares y tiempo de frutas con mucho color, recalentadas por el sol, que demasiadas veces provocaban diarreas cuando nos tentaban para que las comiéramos recién cogidas del árbol, aparcando la bicicleta a la sombra. Era extraño aquel reto que suponía comer algo que no provenía del viejo colmado de la esquina ni del supermercado…

Compartíamos risas, juegos y noches en que la luz del crepúsculo se alargaba hasta esa hora que, durante el curso, ya hacía rato que dormíamos. Eramos ajenos al sol y a la naturaleza que nos rodeaba, siendo solo espectadores inquietos y movidos de una vida solo soñada y sonriente. Se rompían las rutinas y la playa recogía toda esa fantasía en forma de castillo de arena que, con suerte, nadie pisaba… aunque una ola al final lo desmenuzaba. O ese viejo y paciente árbol nos acogía para que sobre él construyeramos nuestra cabaña de madera, refugio muchas veces solo soñado. Veranos en la playa, cuando nadie nos dijo que el sol quemaba. Hoy, al parecer y demasiado tarde, dicen que mata. Veranos lejanos de la naturaleza que en silencio nos miraba. Estaba simplemente ahí, de muestra y para nuestro disfrute personal, infantil e ingénuo…

El colegio simplemente se alejaba de nosotros y de nuestros pensamientos día a día y de nuestro calendario de pared en la cocina… para dar paso a nuestros sueños felices y estivales, solo interrumpidos por ese largo rato diario con el cuaderno de deberes del cole!

Continuará mañana, aquí mismo ¿lo seguirás leyendo…?

Etiquetas: colegio, recuerdos, vacaciones, verano

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