Revista Cine

Super 8

Publicado el 20 agosto 2011 por Mellamomer

(Spoilers de la película)
De ET me gusta todo, pero hay una escena que sigue poniéndome la piel de gallina. Es el lío de linternas del principio cuando los inspectores del FBI persiguen al bicho y todo acaba deliciosamente en un detalle de las llaves colgadas de los pantalones de Peter Coyote. Una delicia visual regada con las notas de Williams. Para un niño aquello era realmente inquietante y es inevitable que para un adulto con algo de criterio lo siga siendo.
JJ Abrams es uno de esos adultos y ha decidido homenajear al maestro. Los niños han presenciado el accidente del tren y al huir llegan los militares. Las linternas revolotean locas entre la oscuridad y la grúa nos regala el mismo plano. Sólo que esta vez no nos detenemos en la cintura, sino en la cara. Los elementos están todos, pero ligeramente alterados. Lo suficientemente alterados para convertir lo que podría haber sido un homenaje inteligente en un "no soy capaz". El adulto cobra fuerza. Se acabó la aventura.
Lo que Tarantino hizo tan bien en Death Proof, aquí no existe. No hay un intento por hacer una confrontación entre dos épocas, entre dos cines, entre dos lenguajes. Lo hacemos porque no queda otra, porque el homenaje se les vuelve en contra y deja en evidencia la torpeza narrativa.
Super 8 no es el ET que Spielberg habría rodado en el Siglo XXI, Super 8 es la peli que habría quedado si Elliot no sale nunca a recoger la pizza. La guerra de los mundos si Cruise se hubiera quedado encerrado en casa con sus hijos esperando que acabara la tangana. Es la peli del espectador, del fan, del que nunca puede ser un héroe, porque bebe de lo que fue, de lo que ve y no de lo que vive.
Super 8
Super 8 no funciona. Y no lo hace porque se salta algunas reglas de las pelis de aventuras infantiles que deberían ser intocables. Los niños deben ir siempre por delante, deben tener más información que todos, que sus padres y que los malos. Que se tarde 3 días en ver la cinta no es más que un obstáculo absurdo.
El prota tiene un cubo de rubik en su casa y no lo ve hasta casi el minuto 60. ¿Cómo es posible? No puede haber jamás un plano del cubo en primero término con el niño, que no se entera, al fondo. Spielberg habría hecho eso con un adulto. ¿Por qué hacer lo contrario? ¿Qué sentido tiene?.
No puede existir un punto de giro en el que los niños ni siquiera estén implicados. Por eso todo, desde el ataque en la gasolinera hasta que vemos la cinta (que debería ser el primer punto de giro), hace que todo de igual.
El corto que ruedan los niños es un pegote que solo sirve de excusa para usar la cámara. No se juega con ambas historias. Sabemos que no hay guión en el corto, que los niños aprovechan los recursos para rodar y que todo, por azar, se convierte en una historia de amor. Pero eso queda claro antes del accidente. Y si el resto no aporta nada más, aburre.
No queríamos un Spielberg, sólo queríamos una historia con niños reales que se comportaran como niños. Algo que es imposible cuando ni siquiera se respeta una época (la gente en los 80 explicaba lo que era un walkman ¿en serio?).
La cosa es que JJ Abrams está más preocupado por las películas que homenajea que por su propia película. Y ésta es la causa definitiva de este desaguisado.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista