Cédric es un aspirante a actor fracasado que malvive gracias a anuncios de publicidad y a la ayuda familiar. La casualidad consigue que le ofrezcan el papel protagonista de Badman, una especie de explotation francesa del cine de superhéroes. Un accidente rocambolesco le provoca una amnesia que le hace pensar que es un auténtico superhéroe.
Philippe Lacheau es un actor lastrado por un físico un tanto del montón, demasiado atractivo para tener carisma como histrión cómico, pero no lo suficiente para ser un galán romántico ni un héroe de acción. Sea por eso o sea porque su vis cómica tiene difícil traducción a otros idiomas, su arrastre comercial es nulo fuera de Francia, pese a ser una de las mayores estrellas del país vecino y compaginar su éxito como actor con la dirección de las comedias que protagoniza, incluyendo esta, que además coescribe junto con su hermano y un equipo más extenso de guionistas.
Lacheau es la versión francesa del humor absurdo y paródico que iniciaron en los años 80 los productores Zucker-Abraham-Zucker, con Top secret y las sagas Aterriza como puedas y Agárralo como puedas, y que en el siglo XXI continuaron, con mucho menor éxito de crítica, otras series como American pie o Road trip. Chistes de humor más bien grueso, alusiones sexuales continuas, fracasados y eternos adolescentes como protagonistas, y referencias a otras películas de éxito. Lo que diferencia sus películas de las comedias taquilleras francesas del pasado, como Los visitantes o Bienvenidos al norte, es un sabor local mucho menor y una imitación sin complejos del cine de Hollywood, lo cual, curiosamente, disminuye su éxito fuera de sus fronteras.
Sería muy fácil, pero también torpe y muy pedante, criticar el diseño esquemático de los personajes de esta película, o que la estructura de su guión sea continuamente bombardeada por lo que no podemos llamar salidas de tono, ya que el disparate constituye precisamente el tono de la narración. Es un título para ver con el cerebro apagado, donde no podemos esperar ironía, ni un humor fino ni que funcione a diferentes niveles, pero que tiene un metraje ajustado y consigue rozar la brillantez en algún que otro gag muy contado.
Es más probable que esta película funcione dentro del catálogo de comedia de una plataforma de streaming que en las salas de cine, pero tampoco sería nada sorprendente que dentro de uno, dos o tres años sea objeto de un remake español producido por Mediaset o Atresmedia, y protagonizado por Santiago Segura o por Ernesto Sevilla, que pete las salas.
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- ##check## Lo bueno
- Un ritmo y un metraje ajustados que consiguen que el interés no decaiga pese al predominio de gags de nivel medio-bajo.
- ##times## Lo malo
- Philippe Lacheau o bien carece de vis cómica o bien esta es intraducible. Y eso que el nivel al que nos tiene acostumbrados la comedia comercial francesa lo marca Danny Boom.
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- Guion y Dirección 5.0
- El humor es muy básico pero se puede decir que salva los muebles y podrá satisfacer a los incondicionales de la comedia.
- Intérpretes 4.0
- El protagonista no es gracioso y se echa en falta algún secundario que le robe las escenas, que tampoco sería difícil.
- Producción 6.0
- El equipo técnico de la película supera al artístico; el humor es cutre pero la producción no.
- Ritmo y Montaje 6.0
- El metraje es asustado evitando que la historia empache; el ritmo consigue mantener el interés a pesar del bajo nivel de la mayoría de los gags.
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- Puntuación Total 5 / 10
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