Revista Espiritualidad

Talento humano. Qué es y cómo puedes gestionarlo para obtener ingresos con él.

Por Agustin Grau @agustgrau

La gestión del talento humano es algo de vital importancia para cosas super relevantes. Por ejemplo, crecer personalmente, ganar dinero, desarrollar una carrera profesional… ¿Quieres saber lo que hacer con él, con tu talento?

Pues empezamos. Y lo hacemos comenzando desde cero.

¿Qué es el talento humano?

Si buscas en Internet encontrarás sesudas y complicadas definiciones del tipo: el talento humano es la capacidad de la persona que entiende y comprende de manera inteligente la forma de resolver en determinada ocupación, asumiendo sus habilidades, destrezas, experiencias… (¡Y sigue!!! No es ciencia ficción, es real!)

Para mí el talento es la capacidad de realizar determinadas acciones, como consecuencia de las aptitudes o habilidades que tengas y el conocimiento y experiencia que hayas ido adquiriendo a lo largo de tu vida.

crecimiento personal, crecimiento espiritual, negocios exitosos, libertad financiera

Y añadiría un elemento más que suele pasar desapercibido: la persona talentosa muestra una extraordinaria capacidad para afrontar situaciones inesperadas, adaptarse al cambio, al fluir, a lo desconocido, a lo que la vida le depare en cada instante.

Visto así, el talento humano guarda una estrecha relación con conceptos como:

  • La creatividad (la capacidad para hacer, para crear, para influir en el mundo de la materia modificándola).
  • La inteligencia (la sabiduría acumulada, producto del aprendizaje, la actualización del mismo y su puesta en práctica).
  • El conocimiento (el caudal de información que atesoras, producto de tus estudios, práctica, experiencia…).
  • La actitud (la manera de afrontar los problemas, las situaciones, la vida…).
  • El autodescubrimiento (todo lo que vamos conociendo de nosotros mismos a lo largo de la vida).
  • Etc.

Pero una buena pregunta que a menudo nos hacemos es:

El talento ¿se tiene o se adquiere?

Evidentemente todos nacemos con unas dotes determinadas que pueden ser producto de muchas cosas. Entre las probables: la herencia genética, el azar, los samskaras o residuos de vidas pasadas…

Esas dotes, esas facultades, esos talentos, pueden hacer de nosotros personas con una mayor inclinación o facilidad de comprensión ante ciertas cosas.

Pero ello no quiere decir en absoluto que los talentos o los tengas o no los tengas, y caso de que no los tengas se siente y pasas palabra. En absoluto.

Al margen de que los tengamos o no, todos tenemos la facultad de adquirir los talentos necesarios para el desarrollo de lo que nos propongamos. El aprendizaje supone adquisición de talento. Y la práctica, por supuesto, implica desarrollo de talento.

Cuál es el futuro laboral que nos espera

En mi caso concreto, y por poner un ejemplo, reconozco que nunca he tenido especiales dificultades para escribir, pero la práctica de dicha acción me ha hecho cada vez más fluido en el ejercicio de la misma.

Por contra, nunca he tenido ningún talento tecnológico (los únicos botones que solía tocar eran los del encendido de la luz), y en cambio ahora se trata de algo que he desarrollado con bastante facilidad y me manejo relativamente bien en wordpress, sendowl y demás herramientas del ciber espacio.

Con ello lo que quiero decir es que todos podemos aprender y desarrollar lo que queramos. Todos podemos adquirir los talentos necesarios, con independencia de que otros los tengan más o menos desarrollados que nosotros (sean más o menos talentosos). A mí el ir comparándome por ahí con los demás (o estableciendo rankings con ellos) siempre me ha parecido bastante absurdo.

Y una vez que sabemos lo que es el talento, llegamos a una de las preguntas fundamentales:

¿Qué es la gestión del talento humano?

Con el talento, con lo que sabes hacer, tienes dos opciones: utilizarlo y sacarle provecho o no hacer nada. Eso es gestionar el talento: decidir lo que vas a hacer con él.

Yo no estoy siempre a favor de aprovechar el talento y sacarle partido. Si no te gusta la actividad en sí, o te cansa, o te aburre o te da dolor de cabeza, pues no tienes ninguna obligación de hacerla. No es obligatorio hacer aquello para lo que estamos dotados. Si no nos gusta, mi opinión es que no lo hagamos y punto.

Siguiendo con los ejemplos personales, en los inicios de mi actividad profesional como abogado la gente solía decir que se me daba bien subir al estrado y comenzar a hablar (a decir mentiras, que es lo que la gente dice que decimos los abogados

:)
). Pero llegado un momento determinado, me cansé de hacerlo y abandoné la actividad. No creo que estemos obligados a hacer algo por muy bien que se nos dé si no obtenemos placer u otro tipo de beneficio con ello.

pasión
Ahora bien, gestionar el talento sí supone hacerse consciente de aquello en lo que uno puede destacar, determinar si concuerda o no con sus pasiones, y decidir qué hacer con él.

Todo lo que tenemos hay que gestionarlo, para bien o para mal, para hacer algo o para no hacer nada, y el talento no es una excepción.

¿Qué se puede hacer, pues, con el talento?

Desde el punto de vista de las empresas

Los directivos deberían discernir los distintos tipos de talentos de los trabajadores y determinar funciones en razón a ellos y no en función a curriculums o títulos.

Una persona puede tener 3 titulaciones y ser absolutamente inepta para ellas, mientras que puede desarrollar a la perfección otras actividades que nada tienen que ver.

En las profesiones del futuro todos coinciden en que se valorará mucho más lo que sepas hacer (si es acreditado con experiencia, mejor), que lo que hayas estudiado o los títulos que tengas. Ese es un dato que no hay que perder de vista para el futuro laboral que nos espera.

generar negocios de éxito

De igual manera se valorará mucho más en las empresas la capacidad de producir efectos y conseguir resultados que el conocimiento teórico. A modo de ejemplo, puedes haber estudiado todo el marketing que quieras, pero si no produces experiencias satisfactorias en los usuarios no harás nada y será bastante difícil que tu jefe te mantenga (marketing experiencial).

Desde el punto de vista de las personas individuales

Es decir, tú, yo y los que nos rodean.

la-formula-del-exito
En La fórmula del éxito hablo de que talento + pasión = éxito, lo cual es para mí una gran verdad.

Si consigues determinar lo que te gusta, lo que te apasiona, y aplicas a ello tus mejores dotes, ¿qué puedes obtener? Pues obras maestras, no lo dudes.

Obtendrás maravillas que sean la expresión de tu personalidad más profunda, de tu yo más arraigado, de tu ser más verdadero, y lograrás eliminar los conceptos de obligación, trabajo, esfuerzo y sacrificio. Conseguirás desarrollar la creatividad y la inspiración para lo que te propongas: obtener ideas de negocio, encontrar fuentes de ingreso y, en definitiva, poner en práctica negocios o cualquier actividad con un éxito total.

Creo que es un gran logro alcanzar ese estado en el que no te sientes obligado a hacer nada, sino que desarrollas gustosamente lo que te apasiona aplicando a ello tus mejores dotes.

Ni es difícil ni es imposible. Tan solo es cuestión de decisión, de gestión no solo del talento sino de todo lo que conforma nuestra personalidad.


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