Tarta peligrosa de chocolate

Una tarta densa con una textura tan suave y cremosa… No necesita cobertura, es demasiado rica para eso, pero sí le viene bien un poco de nata montada por el contraste de sabor y textura. Además, como se suele “colapsar” un poco cuando la sacas del horno, acabas con un hueco listo para llenar.

Hice esta tarta para la fiesta de Nochevieja en casa de mi cuñada, y después de unas cuantas copas de cava, ¡se me olvidó sacar una foto de la tarta cortada! Aunque seguramente con la foto arriba tienes una idea de cómo quedaría. Por dentro es densa y compacta pero a la vez ligera. Y para nada empalagosa. Puede ser que de allí venga lo de “peligrosa”… Suelo utilizar huevos a temperatura ambiente para las tartas, pero en este caso es mejor que sean fríos, así la tarta sale más densa aún.

Añadí aprox. 50g de azúcar glasé a la nata montada (tiene que ser azúcar glasé y no granulado, por su textura) para darle un ligero toque dulce. Como estábamos en Nochevieja, adorné con unas estrellas doradas comestibles que mi madre me regaló por Navidad (he visto unas parecidas en www.clubcocina.es). La próxima vez que hago esta tarta, la voy a adornar con nata y frambuesas.

Necesitas:
7 huevos, fríos
150g de azúcar
400g de chocolate para fundir
170g de mantequilla
2cucharadas de licor de almendras o avellanas
Nata montada para adornar (opcional)

Calienta el horno a 150ºC, y pon un recipiente hondo lleno de agua en la base para crear un poco de vapor. Unta un molde redondo de entre 20-25cm de diámetro con mantequilla, y fórralo con papel de cera.

Derrite juntos el chocolate y la mantequilla en una cacerola gruesa, removiendo en todo momento (el chocolate se puede quemar fácilmente, y créeme, ¡quieres evitar eso!).

Bate juntos los huevos y el azúcar durante por lo menos 7 minutos, hasta conseguir una crema espumosa y espesa (imprescindible una batidora eléctrica, ¡al no ser que pasas mucho tiempo en el gimnasio!).

Añade aproximadamente un tercio de los huevos montados a la mezcla de chocolate, y remueve.

Añade el licor elegido y remueve. Añade la mezcla de chocolate al resto de los huevos, y remueve. Tendrás una crema suelta y clarita en color – no te preocupes, se oscurece en el horno.