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Tarta Sacher

Publicado el 05 abril 2016 por Susana Segura @SusanaSegura2

Hello!!

¿Se puede saber qué hace alguien como yo, haciendo una tarta Sacher? Todos los que me conocen saben que soy la chica de los postres de nata, vainilla, crema pastelera... pero, ¿un postre de chocolate yo? ¿eso cuándo? Pues aquí me tenéis, "chocolatista recién convertida" y la culpa la tiene un documental que vi sobre Viena (ciudad que desde siempre he querido conocer) y su postre por excelencia: la ¡¡Tarta Sacher!! Es absolutamente de chocolate, toda ella... y son de esas tartas que te gustaría tener cada noche en el frigorífico, porque reconozcámoslo, lo último que comemos al acabar el día es algo dulce, y lo sabes!!
Llevaba tiempo queriéndola hacer y la otra noche que tenía invitados, me dije: "la hago... pero, ¿invitados y hacer una receta que nunca has hecho? estás loca!!... que la hago!!" y la hice...
Como es toda de chocolate (bizcocho y glaseado) corté un trozo "prudente" acompañado de una bola de helado de vainilla que le daba frescura y combinaba a la perfección. Resultado: gustó!!!!! si sabía yo que gustaba!!! La receta ha sido una combinación de diferentes recetas que he ido viendo y he cogido lo que más me gustaba de cada una de ellas. Aunque la base es la base y no hay modificaciones que valgan.
La historia de esta tarta es curiosa, no me enrollo, sólo os la explico por encima para que cuando la hagáis u os la comáis tengáis en vuestra mente a ese aprendiz de repostería, Franz Sacher que se vió un buen día en el dilema de qué postre hacerle a la corte austríaca, cuando su cocinero jefe lo dejó sólo en la cocina debido a que se encontraba indispuesto y al pobre hombre le dió por hacer un bizcocho de chocolate, partirlo por la mitad y untarle una buena capa de mermelada de albaricoque y terminar con un glaseado de chocolate, el éxito fue impresionante!! Hasta nuestros días!!

Advertencia: las imágenes que van a ver a continuación pueden herir la sensibilidad de las papilas gustativas.

"En la vida sólo hay tres cosas que importan: los buenos amigos, el chocolate y, oh querido, ¿cuál era la otra?" Anónimo

-100 gr de harina de trigo

-150 gr de chocolate para fundir

-75 gr de almendras molidas

-Mermelada de albaricoque

-2 cucharadas soperas de azúcar glass

-150 gr de chocolate para fundir

-100 ml de nata para montar

Para el bizcocho mezclamos en un bol la mantequilla (temperatura ambiente) y el azúcar, añadimos el chocolate fundido (al baño maría o en el microondas) mezclamos bien y añadimos una a una las yemas de huevo y mezclamos bien, incorporamos la harina (tamizada), la levadura, las almendras y por último las claras a punto de nieve, mezclamos despacio... untamos con mantequilla un molde desmontable de 24 cm de diámetro y horneamos 180º-40 minutos (horno siempre precalentado) cuando esté listo lo sacamos y dejamos enfriar. Cuando haya enfriado le damos la vuelta al bizcocho y lo cortamos por la mitad y untamos de mermelada de albaricoque, con generosidad!! Le damos la vuelta porque el glaseado lo echaremos sobre la parte plana (queda más bonito)

Para el glaseado (la salsa de chocolate que cubrirá nuestra tarta) ponemos a calentar en un cazo la nata con el chocolate para que se funda junto con la mantequilla y el azúcar, retiramos del fuego en cuanto esté todo bien mezclado. Ponemos la tarta sobre una rejilla y echamos el glaseado repartiéndolo bien para que quede uniforme, con cuidado untamos los lados con el glaseado que va cayendo. Cuando haya escurrido la metemos en el frigorífico para que endurezca el glaseado. Sacar del frigorífico un ratito antes de servir para apreciar más lo sabores. Acompañar con helado de vainilla o nata (o el sabor que más os guste)


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