Revista Cultura y Ocio

Te quiero porque me das de comer

Publicado el 23 febrero 2016 por Aleon @Aleonpizarro
de David Llorente.
TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER
Título: Te quiero porque me das de comerAutor: David LlorenteEditorial: Alrevés, 2014.Páginas: 320.
Resumen oficial.
Max Luminaria era un chico muy callado. Sacó la mejor nota de selectividad de toda España y decidió estudiar Medicina. Una vez más, fue el mejor en los exámenes; el mejor en las prácticas y el mejor en el quirófano. Se lo rifaban todos los hospitales. No hubo cirujano más preciso ni vecino al que más quisieran los habitantes de Carabanchel. Lo saludaban por la calle. Le daban las gracias. Todos tenían a un familiar al que el doctor Maximiliano Luminaria había salvado la vida.
Su vida, fuera del quirófano, era diferente, ¿o a lo mejor no? La realidad es que no podrás, nunca más, sentirte aliviado porque se haya descubierto al asesino, porque, querido lector, los asesinos caminan entre nosotros.
Impresión personal.
El barrio de Carabanchel tiene miedo: el barrio de Carabanchel (en el fondo) es un animal herido: parece que (en la noche) toda la oscuridad del mundo se hubiera concentrado en sus calles: parece que (por el día) la tristeza más atroz mirara por los ojos de sus habitantes:  ha empezado a llover: podrá estar lloviendo años enteros: qué más da: hay cosas que no puede limpiar ni toda el agua del cielo.

TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER¿Cómo puede un barrio concentrar tanta maldad entre sus calles? ¿tanta desidia? ¿tantas vidas aparentemente inútiles que se aportan tan poco a sí mismas? He leído esta novela con unas expectativas altísimas y eso es un riesgo supremo. Pero ha merecido la pena el riesgo porque me he pasado toda la novela participando y preguntando a ese narrador que nos está contando las mil y una vidas que forman parte del barrio. Es sorprendente como ha conseguido llevarme a su ritmo por calles, bares, colegios e instituto, cárcel incluida, conociendo el día a día de sus vecinos. Ha sido como conocer una colmena perfectamente organizada donde incluso todo lo que esconde está planificado y pasa desapercibido a cualquiera que pase por sus calles. Un narrador, que apenas se altera ante la crudeza de lo que cuenta, nos pone ante las vidas de un montón de personajes "reales" como Greta Santamaría y Marcelo Saravia, Susana Coelho y el árabe, Oskar Tofi y Martina, la directora del Instituto y la profesora de aleman, Petra y el padre Manuel y, cómo no, Max Luminaria, el asesino de la moneda. Me ha gustado especialmente este narrador porque me ha ido contestando a las preguntas que yo sola me iba haciendo a cada paso. Ha sido como si nos compenetráramos y supiera con antelación lo que iba a preguntarme. Me ha recordado las conversaciones que, aún hoy en día los viejos en los pueblos, sentados a las puertas de sus casas en sus sillas de enea, tienen durante días y días de verano donde le dan una vuelta al pueblo entero (bodas, bautizos, relaciones, accidentes y enfermedades, etc.). Un narrador que lo sabe todo del barrio y de sus gentes, de sus vidas, de sus miserias, miedos, ambiciones frustradas, etc.
Desde luego, es una novela coral porque en ella aparecen muchísimos personajes/vecinos del barrio y el autor va saltando de un vecino a otro sin respiro. Pasas de la vida, pensamientos o sentimientos de una pareja a otra vida totalmente distinta en otra ubicación del barrio. Resulta curioso que yo que habitualmente me pierdo con los personajes cuando son numerosos porque no los memorizo bien y sin embargo no me he perdido en este maremagnum de calles y personas que sin respiro se va sacando de la chistera el autor. Y eso que al principio al ver la innovación en la redacción de la novela pensé conscientemente que no me iba a enterar de nada y que iba a ser la más torpe de los blogueros que la habían leído. Nada más lejos de la realidad. Lo que, en un principio, me alarmó como cualquier cambio en tu rutina lectora o de otra índole, después me sorprendió por cómo le pillé el "truco" a su ritmo y al estilo que el autor utiliza para contarnos tantas historias a la vez. Puedo decir que no me he perdido en absoluto y que incluso a día de hoy memorizo muchos de los personajes que más me han llamado la atención, incluido, su personaje más escabroso, Max Luminaria. Supongo que a los puristas de la ortografía y la gramática, el estilo en que está escrita la novela no será de su agrado, pero a mi me ha parecido como un soplo de aire fresco en la literatura habitual, una muestra de que como en cualquier tipo de arte, la innovación puede tener su presencia y su hueco de mercado. Una apuesta del autor que admiro.
TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMERTambién es una novela negra ... negrísima. El asesino en serie protagonista, al que conocemos desde que era un niño acosado en el colegio hasta llegar a ser un médico cualificado de los mejores, es un ser meticuloso, sin escrúpulos, sangriento y, bajo su punto de vista, coherente. El autor o el narrador no escatima en detalles cuando nos cuenta lo que hace Max Luminaria, lo que piensa, lo que observa y le llama la atención, como secuestra, mata, conserva y disfruta con sus víctimas y, sobre todo, cómo pasa desapercibido en el barrio donde se le considera una excelente persona al servicio de la comunidad. Una acaba preguntándose cuántos Max Luminaria vivirán entre nosotros. No cuántos explotan en una situación determinada y matan un día, como algunos de los que ejercen violencia machista, sino cuántos llevan toda una vida ordenada cometiendo miles de fechorías y pasan ante nuestros ojos como personas dignas de admiración. Ese es nuestro protagonista principal. Un asesino sin escrúpulos que lleva una vida "escrupulosamente" ordenada. Alrededor de él, toda una serie de personajes que se autodestruyen o que se dejan destruir por el propio barrio metiéndose en drogas, prostitución, mafias organizadas, etc. entrando y saliendo de la cárcel del propio barrio como algo natural.
Te quiero porque me das de comer me ha parecido una novela brillante, dura y totalmente coherente. Me he visto por Carabanchel en aquellos años, un distrito "dormitorio" del Madrid obrero y lleno de emigrantes extremeños y andaluces que intentan a duras penas hacerse camino en un entorno que no es el suyo. Un barrio donde la gente no encuentra aquello que esperaba cuando llegó, donde las cosas son lo que parecen, miserables más que sencillas y en donde sobrevivir a todo lo que te rodea sin contaminarte era (¿es?) toda una hazaña destinada a unos pocos.
Os animo a leer esta novela. Creo que no podéis dejar de hacerlo. Miedos aparte por innecesarios, es original y diferente a lo que solemos encontrar en las librerías, independientemente del género. Yo por mi parte sé que volveré a leer a este autor. Me ha impresionado y me ha encantado.

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