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Te traicionaron, Paul Newman

Publicado el 02 diciembre 2011 por Martinherzog
Te traicionaron, Paul NewmanAyer echó el cierre uno de los mejores equipos automovilísticos de la historia, nada más y nada menos que el Newman/Haas de las IndyCar Series. A muchos neo-aficionados este nombre no les dirá absolutamente nada, pero es, junto con Penske, el equipo de mayor tradición automovilística open wheel de los Estados Unidos. Ya sé, tampoco a muchos les seguirá, diciendo nada estos nombres. Si les digo que por esa casa han pasado muy grandes pilotos y varios campeones de F1, a lo mejor se animan y les pica el interés, pues pilotos como Justin Wilson, Nigel Mansell, Paul Tracy, Cristiano da Matta, Alan Jones, Sebastien Bourdais o Mario Andretti, han pasado por ahí. Viendo estos nombres, uno se da cuenta de que este equipo es un equivalente quizá al Williams de la F1. Ocho títulos, ciento siete victorias y ciento nueve poles
El equipo Newman/Haas (NHR) fue creado allá por 1983 por en empresario Carls Haas y por Paul Newman, actor de profesión, aunque un verdadero apasionado de las carreras de coches. ¿Sabían ustedes que Paul Newman quedó segundo en las 24 Horas de Le Mans de 1979? Las carreras eran el verdadero motor de su vida, y su papel de jefe de equipo lo compartió desde el citado 1983 con Carl Haas, su amigo, hasta que el cáncer de pulmón se lo llevó el 26 de septiembre de 2008.
Continuaremos en memoria de Paul, cacareó compungido entonces Carl Haas. Ayer, igual de compungido, le daba una patada en el culo a la memoria de Paul Newman, en sólo tres años. Cierto es que el dólar manda, y que los tiempos que corren hacen pensárselo muy bien antes de gastar un centavo, pero echo en falta ese esfuerzo, esa lucha desesperada por mantener al menos un coche en pista.
En la trágica temporada que acaba de terminar, los resultados han sido muy buenos para NHR, consiguiendo con Oriol Serviá la cuarta posición en la clasificación unificada de óvalos y mixtos, quedando el segundo piloto, James Hinchcliffe, en la duodécima posición (participaron cuarenta y ocho pilotos). Sí, quizá los negocios no le vayan bien al señor Haas, pero hacer desaparecer de un plumazo a la leyenda que es NHR quizá sea excesivo, máxime cuando las IndyCar Series no es una competición en la que poner un coche en pista sea excesivamente caro. Un techo presupuestario cada vez más bajo hace asequible meter un coche en la categoría, y no olvidemos que las IndyCar Series permiten la participación de coches y pilotos con total libertad, ya sea para la temporada completa o para una sola carrera.
Quedando cuartos en el campeonato podemos entender que NHR estaba casi al máximo nivel competitivo, algo que pocos pueden conseguir por falta de talento, esto es, puro dinero, pues el talento se consigue con dinero, y con talento, se posee la mejor herramienta. Los que no tienen equipos competitivos es únicamente por dinero. No voy a inventar nada nuevo ahora, pero ¿no hubiese podido Carl Haas rebajar algo sus pretensiones deportivas, despidiendo a parte del equipo y dejando un único coche en parrilla, con uno de esos pilotos de pago? Creo entender que sí, y quizá andar de paseo por la categoría no fuese exactamente lo que quisiera Newman... pero ¿a quién le gusta renunciar a la victoria? Ya no podemos pensar por él, y sí en él, y Paul era un enamorado de las carreras, así le quisimos y así le seguimos queriendo.
Un poquito de empeño no le vendría mal al señor Haas, que creo que ya peca de falta de ilusión en lo que hace; pero quizá debería quedar a un lado y mantener el apellido Newman en los circuitos, para que no se pierda la memoria de un hombre que vivió con la mente distraida en el sonido y el olor de un coche de carreras. No nos quiten el legado que con tanto esfuerzo, dinero y pasión nos dejó Newman, que de seguro hoy andaría contento por el paddock, cada fin de semana, comtemplando su coche, cada minuto y medio, siendo feliz cuando volteaba a presenciar todo lo que le rodeaba.

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