Revista Jurídico

Tecnoadicción, la droga del siglo XXI. [Capítulo I]

Por Derechodelared

Os presento este artículo, fruto de numerosas clases de formación impartidas a chavales, de todas las edades y niveles educativos. Está dividido en dos capítulos, porque forma parte de una charla que imparto bajo el mismo nombre, de una hora de duración y que está a disposición de cualquiera que desee escucharla.

Presentación

Para aquellos que no me conozcan, soy Ale Cortés, Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de Málaga, Profesor de Tecnología con Certificado de Aptitud Pedagógica también de esta misma universidad y Perito Judicial Informático Forense por UDIMA y ANTPJI. Son 3 títulos que, si bien no significan nada cuando te has de dirigir a los jóvenes, sí sirven de base para entender qué me trae por aquí.

Llevo trabajando con jóvenes desde 1998, como catequista y posteriormente como profesor, de las más variadas asignaturas, tecnológicas la mayoría, y es algo que me apasiona. Tengo esa capacidad innata para conectar, me pasa desde siempre, y si no me he dedicado profesionalmente al 100% es porque he querido dominar la tecnología, a través de mil y un proyectos, experiencias, vivencias y formas que he conseguido almacenar en mi memoria. Ese año también es el que me inicio a realizar aplicaciones informáticas "por mi cuenta", imaginad la de lenguajes en los que he programado, jeje.

Aparte de esto soy, como me autodenomino, un QuantumHacker (es otra ponencia, más larga aún), y viene a ser un hacker que no sólo se queda en la tecnología, sino que se forma en las otras ramas del conocimiento, lo que hasta ahora se ha venido llamando como un "todólogo".

Recientemente incorporo a mi currículo otro reconocimiento, el de miembro de la Brigada Antiacoso: Es una iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Málaga (@malaga) y por la Fundación Unicaja (@FundUnicaja), que trata de prevenir, localizar y evitar el acoso de los chavales en los centros educativos, y está compuesta por los profesionales de dos asociaciones con un largo historial profesional en la ayuda al menor, Infania (@Asoc_infania) y ADA Lovelace (), cuyo fin es acercar la tecnología a los más desfavorecidos

Introducción

Allá por el lejano 2017 me dije que ya estaba bien de almacenar tanto conocimiento y que debía compartirlo con la sociedad, y qué mejor campo de cultivo que los jóvenes, por lo que envié a todos los colegios a los que conocía un correo con la idea de proporcionarles charlas TIC a los alumnos. Los que respondieron, son centros de enseñanza donde los profesores me conocen en persona, saben de mi trayectoria y conocen que domino realmente de lo que hablo (me han visto hacer "mi" magia).

Fiel a mi talento comunicativo, cuando se materializó la primera charla, la anuncié por las redes sociales (RRSS), sin dar datos confidenciales que pudieran poner en peligro a los jóvenes, pero sí que tanto el centro educativo como su autor pudieran verse beneficiados por esa publicidad que sólo las RRSS son capaces de propagar. De esa comunicación me localizaron incontables centros de la provincia de Granada, además de los que surgieron en Málaga. Impartí la comunicación, y los enganché desde el primer segundo. Había algo distinto en cómo la di que ellos jamás habían visto, y su ejecución fue apoteósica.

En marcha

Desde ese momento, su número ronda las 90 charlas, en Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP), Institutos de Enseñanza Secundaria (IES), Ciclos Formativos de Grado Medio y Grado Superior, en distintas provincias, Málaga y Granada sobre todo, pero dispuesto a llegar a dónde haga falta porque descubrí una situación que no sólo es local, autonómica ni nacional, sino que es completamente global. Unas veces les he hablado del Acoso, otras sobre el Uso responsable de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), o algunas sobre temas específicos como un Taller de Ciberdefensa y Ciberataque con el que unos chavales del pueblo granadino de Atarfe disfrutaron como nunca.

En aquella primera charla percibí que los jóvenes empleaban las TIC como de ningún modo antes me había dado cuenta: son nativos digitales, es decir, cuando ellos nacieron ya existían los móviles y fueron creciendo a la par que la tecnología iba avanzando. Gracias a Dios, no han vivido la generación SMS, esa multitud de personas que comenzaron a abreviar palabras para poder expresar más en los 20 céntimos que costaba un SMS, y que debido a esa costumbre, hoy día siguen escribiendo "k","dnd", etc., y por supuesto, nada de acentos (que lo hagan de forma privada me parece bien, pero es que lo he visto en documentos oficiales, peritaciones judiciales, etc.)

Estas generaciones de jóvenes, adolescentes e infantiles, poseen teclados predictivos que les ahorra tener que memorizar las palabras, con tres o cuatro "emoticonos" son capaces de expresar su estado de ánimo o lo que están haciendo y, si es posible, envían un video con su momento más actual en menos tiempo que lo que tardan en escribirlo. No es la "generación del pulgar" porque ahora o bien te mandan un audio, deslizan el dedo sobre la pantalla (esgüipean me han llegado a decir), o directamente te reenvían una foto que los describe perfectamente cómo se sienten.

El estudio

Pues bien, en todas y cada una de las charlas realicé encuestas de fácil respuesta por parte de los chavales, que fui cuidadosamente recogiendo y analizando posteriormente. Entre las muchas cuestiones que les planteé, en esta primera parte del artículo fue la de

¿Qué edad es la mínima permitida para que un menor se registre en las Redes Sociales?

Y les daba a elegir entre diversos valores:

Un porcentaje bajísimo daba con la respuesta correcta, del orden de un 5%, pero es que además, el 99.8 % de los jóvenes me reconocía que mentían a la hora de crearse la cuenta de registro porque:

  • Si introduces tu edad real el contenido que te muestra es "para menores"
  • Directamente, la red social no te permitía acceder

Un 0.1% empleaba para conectarse a las redes sociales la cuenta de su padre/madre, y un 0.1 % ponen su edad, pero a los pocos días, se creaban otra cuenta falseando su edad real, para acceder a los mencionados contenidos más accesibles.

Otra de las preguntas clave, relativa a las redes sociales más utilizadas, éstas fueron:

Curiosamente, los chavales no emplean Facebook aunque los centros lo publican todo por esa red social, ¿será para los padres?

En cuanto a Musically/Tik-Tok, resulta curioso que los alumnos de Primaria son los que lo emplean en un 80%, y en cuanto pasan a Secundaria, ninguno lo emplea.

Twitter es sólo empleado por aquellos estudiantes de cursos superiores, a partir de 4º de ESO es cuando se populariza su empleo, el resto de los cursos, pocos o ninguno.

Instagram es el rey de la escena, los chavales que no lo utilizan es porque han sido castigados o confiscadas las cuentas por sus progenitores o tutores.

Telegram es el gran desconocido. Algunos pensaban que era Facebook Messenger (total, si tampoco lo emplean).

WhatsApp lo tienen asumido como que "viene con el teléfono".

Seguimos con las preguntas:

¿Quién tiene teléfono móvil?
  • Primaria: un 90% del aula. El que no tiene con tarjeta, puede emplear Wifi.
  • Secundaria: todos, sin excepción.
¿Quién Tablet? ¿Quién Portátil?
    50% + 25%. El 25% señalado es el que no tiene Tablet pero sí portátil
¿Ordenador de sobremesa? ¿Quién sabe programar o "controla"?
    Como norma general, en cada clase hay un chaval que todo el mundo lo señala como el que más sabe, más controla y es capaz de hacer lo que para los demás es un sueño. Sólo en una aula existían 5, pero lo más habitual era 1. Eso sí, en los Ciclos Medio y Superior de Informática todos controlaban, unos más, otros menos, pero el nivel de astucia era impresionante.

Finalizo aquí esta primera entrega, con la idea de no atiborraros con tantos datos y porcentajes y podamos abordar mejor la segunda parte del artículo.

Tecnoadicción, la droga del siglo XXI. [Capítulo I]

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