Tener más de 40 años y ser emprendedor es compatible

Muchas personas toman la decisión de emprender después de los 40. Una etapa de transición vital en la que surgen nuevos objetivos y un nuevo punto de vista desde el que observar la vida. En Empresariados te damos cinco ideas de negocio para emprender en esta década de tu vida. Propuestas que pueden servir de inspiración.

Montar una floristería
Una tienda de flores llena de vida las ciudades y los pueblos puesto que son muchos los momentos personales que están unidos a la tradición de un ramo. Desde esta perspectiva, la elección de montar una floristería es una elección perfecta para aquellos emprendedores a quienes les encanta el valor ornamental de las plantas y su cuidado diario. Esta idea de negocio también es muy recomendable para quienes buscan unir un proyecto con el factor emocional ya que, detrás de la compra de un ramo, siempre existe un sentimiento del cliente.

Montar una librería
Esta es otra de las propuestas recomendables después de los 40 años cuando se tiene una visión de la vida más realista. Y la literatura, puede ser una metáfora de la propia vida. Esta idea de negocio es muy recomendable para profesionales a quienes les gusta leer pero también, a quienes observan este negocio como un escaparate en el que hay espacio para contenidos diversos y variados.

Consulta de psicología
Esta es una de las decisiones que toman muchos psicólogos que deciden establecerse como autónomos consolidando su propio proyecto personal. Para este tipo de proyecto, sí es fundamental tener la titulación necesaria para atender a los pacientes con una formación de excelencia.

Una tienda de fotografía
Este es un negocio que muestra el valor de la especialización profesional puesto que existe una gran diferencia entre una imagen realizada por un gran fotógrafo y otra instantánea hecha por un cliente. Por esta razón, los clientes acuden a una tienda especializada en muchos momentos importantes de su vida.

Montar una cafetería
Este es uno de los negocios más frecuentes en ciudades y pueblos puesto que, en un contexto de crisis, muchas personas se privan de muchos caprichos. Sin embargo, el placer de salir a tomar un café, sigue siendo uno de esos ingredientes de la vida feliz.

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