¿Tenía que ser él?, Comedia de Humor adolescente

Por Carlos Sánchez Velasco

Tras un desafortunado primer encuentro, un padre tradicional (Bryan Cranston), su mujer (Megan Mullally) y el hijo de ambos viajan hasta California para conocer a Laird (James Franco), el novio de su hija universitaria. El problema surge cuando descubren que éste es en realidad un millonario bocazas y estrafalario y que su relación va en serio, así es cómo arranca la nueva comedia de Fox.

James Franco encarna en esta película supuestamente el prototipo de príncipe azul contemporáneo: macarra, forrado y con una percepción simplista de la vida, como macho alfa ha dejado ya constancia en la turbia "Springbreakers" rodeado de adolescentes. Pero en cuanto al dinero, hubiera sido más lógico atribuir la fortuna del personaje de James Franco a un músico o a un deportista de élite; es difícil concebir a un auténtico nerd (empollón) con ese disoluto y desestructurado estilo de vida, no por nada, salvo por el hecho de que el éxito de los nerds tiene mucho más de transpiración que de inspiración.

¿Tenía que ser él?, Comedia de Humor adolescente

Ya conocen aquella frase de que hay que respetar a los nerds, porque un día podrían ser tus jefes. En esta línea, el cameo de Elon Musk (el creador de Tesla) podría haber dado mucho más juego. También se han desaprovechado otros clichés propios de los nerds (más allá de tits and dragons) porque el objetivo no son éstos es sino la generación de millennials. En este punto, lo divertido hubiera sido que el personaje de Laird fuera un mero ejercicio interpretativo, no que asistamos a la mejor interpretación de James Franco, parece que de poco le ha servido su trabajo en "Freaks and Geaks".

Más interesante hubiera sido si la película hubiera cogido elementos del reality show The Beauty and the Geek, y nos hubiera explicado cómo Laird fue capaz de cubrir las distancias con la chica, antes de llegar a su familia. Esto hace que el anticlímax propio de la película de enredos fracase estrepitosamente, ya que no hay tal distancia en su pelea ni con Stephanie ni con su familia, o al menos nada que el dinero no pueda acercar.

John Hamburg, director de "Y entonces llegó ella" y guionista de "Los padres de él", decide repetir suerte para desgracia nuestra y vuelve a emular la ancestral lucha entre suegros y cuñados, aunque esta vez bajo la influencia de la era digital. En cualquier caso, imaginamos que ha sido el trabajo de Jonah Hill (Infiltrados en Clase) el que ha anclado la película en el mundo de los millenials. Comercialmente esto puede ser comprensible y hasta rentable, pero da paso a un humor de corto recorrido.

La mayor contribución a la escuela del humor zafio (caca, culo, pedo, pis) ha sido la inclusión del bukkake como recurso humorístico. En el fondo, la película consigue hábilmente presentar constantemente el sexo sin tener que por ello mostrarlo visualmente…salvo por lo que respecta a los cuadros de animales copulando por toda la casa. Mejor resultado da el uso de gags como el del parcours defensivo, aunque la película es en exceso repetitiva en el uso de sus elementos y ese abuso acaba por hacernos perder el interés.

La ruptura de tabús como elemento de lucha inter-generacional no es algo nuevo, desde luego, aunque sólo funciona si esa distancia es real. El humor empleado es demasiado simplista, y desaprovecha la presencia de Cranston y las posibilidades de Franco. Bryan Cranston vuelve a la comedia tras "Get a Job", aunque con resultado incierto. Vamos a ver, si de lo que se trataba era de presentarnos a un padre intransigente, poco molón y desfasado, hubiera sido mejor escoger a otro que no fuera el protagonista de Breaking Bad. Pero Cranston es recordado con nostalgia por la primera generación de millennials en la serie "Malcolm", así que tenía que ser él.

La película sí que acierta en exponer cómo el mundo digital ha convertido en obsoleto el mundo analógico, como sucede por ejemplo en la mansión gobernada por una inteligencia artificial con la voz de Kaley Cuoco (The Big Bang Theory), donde el papel ha sido desterrado (¿y entonces qué hacen cuando van al baño?). O al mostrarnos cómo un par de adolescentes pueden echar del negocio a las empresas de artes gráficas. De hecho esos dos mundos llegarán a conocerse durante la fiesta de navidad, más concretamente, durante diálogo del bukkake.

La película habría sido más interesante si hubiera intentado contestar la pregunta del título original (Why him?), y nos hubiera explicado qué es lo realmente ve Stephanie (Zoey Deutch, Dirty Granpa) en su amado macarra nerd, porque si en la película hubieran reemplazado la palabra “amor” por “dinero” igual habríamos entendido mejor de qué iba la cosa. Pero no, como en Interestelar, parece que conocer la forma de pensar de una chica es como el horizonte de sucesos de un agujero negro: sólo lo averiguaríamos si fuéramos una de ellas. En ausencia de estas explicaciones, el dinero lo arregla todo. Aunque bien se pueda perdonar si el grupo Kiss acaba tocando en el salón de tu casa.

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##check## Lo bueno

Aunque fácil e infantil la mayor parte del tiempo, la película tiene algunos momentos. Eso sí, no hará gracia a todos..
James Franco está desatado, y Bryan Cranston siempre conseguirá arrancarnos alguna sonrisa.

##times## Lo malo

La película se centra superficialmente en la generación millennial sin explicarnos qué es lo que les motiva.
Los cameos no funcionan y los gags no pueden sostener el grueso de la película.

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Ambientación 4.5

Supuestamente ambientada en una mansión de Silicon Valley. La película básicamente se desarrolla en 4 ubicaciones. Se echa en falta alguna más.

Desarrollo de Personajes 4.0

Personajes poco creíbles que apenas evolucionan a lo largo de la película.

Argumento / Guión 5.5

No es tan descabellado ni estrafalario, pero se ve lastrado por el conformismo de atacar tabúes, descuidando la posibilidad de radiografiar a estos extraños seres que son los millennials.