Revista En Femenino

Terrassa, Ciutat Feminista

Publicado el 17 abril 2016 por Teremolla

TereMolla Agullent   Una de las principales características del feminismo es la lucha por una equidad real entre mujeres y hombres. Una equidad que, al menos desde mi punto de vista pasa por el diseño de políticas y estrategias conducentes desarticular y desmontar el patriarcado.

Para ello son necesarias no sólo muchas voces, sino también muchas manos. Y en ello estamos.

Las alianzas entre mujeres que favorezcan y fortalezcan la sororidad son necesarias e incluso, me atrevería a afirmar que imprescindibles. Entre mujeres y por supuesto con aquellos hombres que se atreven a plantar cara al patriarcado por las opresiones que también este les impone con el sistema heteronormativo hegemónico que pretende universalizar el sistema patriarcal.

Ante esto, es fundamental reconocer todos los trabajos que han de llevarnos a ese objetivo irrenunciable que es una sociedad libre del patriarcado y de sus consecuencias cotidianas en forma de machismos y micromachismos.

Vivimos en sociedades cada día más complejas y el patriarcado, como sabemos, se reinventa cada día de mil maneras y siempre con el mismo objetivo: su pervivencia para mantener los privilegios de los que siempre ha gozado.

Por eso mismo, porque busca mantenerse fuerte, tiene reacciones tan criminales como los asesinatos de mujeres o tan furibundas cuando se siente cuestionado o atacado. También se sirve de los diferentes lenguajes, como ya sabemos para su objetivo.

Pero poco a poco y pese a su tiranía el feminismo va abriéndose camino y a colarse por algunas rendijas que hemos conseguido ir abriendo con no pocas luchas, enfrentamientos y desgastes personales.

Y mira tú por dónde se les ha colado por una rendija la ciudad de Terrasa y su declaración de “Terrassa, Ciutat Feminista”.

Pues si, en su último Pleno Municipal del pasado 31 de marzo y a instancias del sindicato CC.OO., el equipo de gobierno de esta ciudad llevó una resolución que fue aprobada con los votos favorables del PSC (9), CiU (3) y de ERC (4) y la abstención del resto de grupos políticos presentes en dicha Corporación Municipal y que son Terrassa en Comú (6), Ciudadanos (3), la CUP (1) y el PP (1). Curiosamente no hubo ningún voto en contra. ¿Será que no es políticamente rentable votar en contra de las medidas contenidas en la resolución? Creo que va a ser eso, puesto que esas medidas como ahora veremos, son básicas para el impulso de una verdadera equidad entre mujeres y hombres en ese municipio-

En el texto de la propuesta aprobada se afirma que: “Declarar Terrassa “ciudad feminista” supondría reafirmarnos en esta lucha compartida tanto por la administración como por las entidades, los sindicatos, las asociaciones y todo el tejido ciudadano. Porque aunque los avances son muchos, y son bien visibles, aún nos queda mucho trabajo por hacer. Hay que repensar la ciudad desde una perspectiva feminista y eso supongo modificar estereotipos y transformar muchos de los aspectos que hoy hacen funcionar nuestro municipio, como la gran mayoría de poblaciones, bajo unos cánones que nos vienen marcados por una sociedad tejida desde la perspectiva patriarcal, con predominio claro del sexo masculino.

   Situaría Terrassa, una vez más, al frente de la reivindicación por una igualdad efectiva y reiteraría su compromiso con la consecución de una sociedad más justa e igualitaria. Los retos que debemos alcanzar todavía son muchos, algunos muy destacados como la erradicación de la división sexual del trabajo y de la brecha salarial; un mejor reparto del trabajo no remunerado, la coeducación de nuestros hijos o la defensa de los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres, así como la necesidad del acceso libre y gratuito a los métodos anticonceptivos.

Trabajar en un modelo de escuela pública, laica y coeducadora que avance hacia el deseado modelo social de igualdad y el rechazo frontal a la discriminación, sea cual sea su origen también son objetivos claros.

Declarar Terrassa “ciudad feminista” significaría reafirmarnos en la lucha contra la discriminación de género y LGTBI en todos los ámbito de la vida, especialmente focalizando la atención en el ámbito laboral y educativo.

Queremos que Terrassa sea una ciudad libre de violencias machistas, sea cual sea su expresión. Hay que desplegamos todas las medidas posibles en materia de prevención y atención para erradicar la violencia de género y dar apoyo a las mujeres que la padecen. Hay que ampliar los recursos destinados a la lucha contra las violencias machistas en la Ley de presupuestos generales del Estado para 2016 así como recuperar el Programa de seguridad contra la violencia machista.”

Cómo podemos ver en este texto se contemplan casi todos, por no decir todos los aspectos que se reivindican actualmente desde el feminismo.

Pero obviamente la reacción patriarcal no se hizo esperar y por parte de Carmen Ortuño, concejala de Ciudadanos que en un artículo de opinión afirma entre otras lindezas que: “Rechazamos la etiqueta de Ciudad Feminista para que la propuesta en su conjunto nos pareció reduccionista. Presuponía adoptar que la visión que la ciudad debe tener sobre las desigualdades, que tienen como origen una visión sexista de la realidad, solo se pueden abordar desde la perspectiva del feminismo. Los problemas de desigualdad nos competen a todos ya todas, y desde la visión plural propia de las sociedades democráticas se articularán las medidas de corrección que, desde un punto de vista político, sean las que vayan en la línea de producir un cambio de mentalidad sobre los problemas originados por una visión históricamente patriarcal.”

O sea, visión plural sí, pero feminista que entra dentro de la pluralidad no. Así se las gastan alguna gente de este partido emergente de derechas con lo que a la inequidad y desigualdad que sufrimos las mujeres se refiere. Realmente patético.

Y es que como afirma Maribel Ayné, responsable de la Secretaría de les Dones de CC.OO. del Vallés Occidental que ha sido la organización impulsora de dicha resolución, es fácil encontrar organizaciones, instituciones y personas que hoy en día todavía rechazan el feminismo. Pero como es políticamente incorrecto no declararse a favor de la igualdad de género, nos hablan de igualitarismo. Error. El igualitarismo es un movimiento sociopolítico, el objetivo es conseguir la igualdad para todas las personas independientemente de su sexo o cualquier otra característica demográfica, de orientación sexual o de diferentes diversidades funcionales, pero que en ningún momento recoge el derecho de las mujeres a la equidad. Ni en la equipotencia o en la capacidad de ejercer el poder, no solo el de resistir, sino el de contar con la fuerza y ​​los recursos necesarios para la autonomía. Ni tampoco a la equivalencia o a tener el mismo valor en el sentido de no ser considerado ni por debajo ni por encima del otro. Ni al equifonia o en la posibilidad de emitir una voz que sea escuchada y considerada como portadora de significado, disfrute y credibilidad.”

Se puede decir más alto pero no más claro querida Maribel. Es necesario seguir haciendo pedagogía para que se entienda que el feminismo pretende empoderar a todas las personas para que puedan aportar todos sus talentos de forma igualitaria y equitativa al conjunto de la sociedad. Pero para ello primero se ha de reconocer la desigualdad de la que partimos mujeres y niñas en el acceso a los recursos que nos ha negado el patriarcado. Negar esta evidencia es como seguir negando que la tierra es redonda. Y afortunadamente sabemos que la tierra es redonda.

Con la declaración de Terrassa, Ciutat Feminista, el feminismo en su conjunto ha conseguido abrir una brecha en el patriarcado y que este se revuelva. Pero sabemos muy bien que los símbolos son importantes y ahora el movimiento feminista tiene un nuevo símbolo que esperemos sea referente y al que se sumen otras ciudades.

Seguimos avanzando, poco a poco, pero con paso seguro.

Gracias a todas las personas que lo han hecho posible.

Ben cordialent,

Teresa


Terrassa, Ciutat Feminista

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