Terrorismo de uso.

ETA acaba de anunciar su disolución, una buena noticia que se añade a las de su adiós a las armas y su reconocimiento del daño causado, aunque fuese hecho con serias limitaciones. Todo el país lo ha recibido como un acontecimiento histórico, pero algunos han hecho lo de siempre, aprovechar el terrorismo para sus fines políticos.

En general quien más quien menos ha considerado el anuncio una buena noticia, pero el gobierno Rajoy una vez más ha aprovechado la ocasión para ponerse medallas totalmente inmerecidas, y con una arrogancia que me ha dado ganas de vomitar ha despreciado la noticia porque hace tiempo que todo el mundo sabía que gracias a lo bien que hacen las cosas, el Estado había vencido a ETA de manera absoluta, y Rajoy, líder del partido más corrupto de Europa volvió a referirse al cumplimiento de la Ley (la que su partido casi nunca cumple) como dogma de la democracia. Lo declarado por el ministro Zoilo y el propio Rajoy me ha recordado el famoso “Cautivo y derrotado el ejército rojo…” del anuncio franquista del fin de la guerra civil.

La realidad es bien distinta. Los gobiernos de España solo han utilizado el terrorismo para ponerse medallas y vender imagen que da votos, pero han fracasado de manera estrepitosa en su lucha contra el terrorismo vasco, no han sabido utilizar ni la fuerza policial ni el recurso al dialogo, como es habitual solo saben funcionar por Real Decreto, con el resultado que ETA ha estado activa y operando al menos ocho años más que el último grupo terrorista europeo que desapareció antes que ellos. Pero es que además las razones porque ETA cesó en sus ataques y ahora se disuelve no tienen nada que ver con la desastrosa gestión pública en España sino con razones de índole exclusivamente económica.

Después de los atentados de las torres gemelas de NY el 11 de Septiembre 2001, George Bush Jr. tomó una importantísima decisión que debía haberse tomado mucho antes y que curiosamente pasó bastante desapercibida. Lo que hizo fue cortar a nivel internacional y radicalmente el acceso a los bancos de las organizaciones terroristas. Hasta entonces la banca había actuado con total libertad e inmoralidad, proporcionado grandes beneficios a organizaciones terroristas con manejos de múltiples formas que incluían varios métodos de blanqueo y gestión anónima de grandes cifras. Dado que el terrorismo es una actividad de un coste altísimo, el resultado de tal medida a largo plazo fue la eliminación de todas las organizaciones terroristas por quiebra, porque se les acabaron los fondos con que pagar su elevadísimo coste. En Europa a partir de 2001 hubo contados ataques terroristas, antes del fin del año 2003 habían prácticamente desaparecido todas las organizaciones terroristas europeas y para el 2005 en todo el mundo ya solo quedaban organizaciones terroristas islámicas generosamente financiadas por países musulmanes radicales, en especial Irán y Arabia Saudita.

ETA es la única excepción a esta historia del terrorismo europeo, cuyas principales organizaciones, Fracción del Ejército Rojo en Alemania, Action Directe en Francia, Ordine Nuovo y  Brigadas Rojas en Italia, Células Comunistas CCC en Bélgica, e incluso restos del IRA en Irlanda del Norte que no habían aceptado los acuerdo de Viernes Santo habían cesado sus ataques y desaparecido en 2003, mientras ETA continuó sus ataques terroristas hasta nada menos que 2010, y ha comunicado su disolución en 2018.

Incluso es más que probable que si ETA comunicó el fin de su actividad terrorista en Octubre 2011, al cabo de más de un año de su último ataque en Marzo 2010, fue debido a un inmenso error que cometieron en ese último ataque ocurrido en Francia. El error fue asesinar un gendarme francés por primera vez en su historial, lo que provocó la implicación a fondo del gobierno francés, que hasta entonces había estado colaborando con el gobierno español en la lucha antiterrorista “a la francesa”.

La única conclusión válida es que a ETA la ha derrotado el paso del tiempo y la maldita economía, y si ETA se disuelve no es gracias a, sino a pesar de la desastrosa gestión del Gobierno de España.