A algunas esta palabra ¨tetraciclina¨ no os sonará de nada, otras lo habréis oído alguna vez y otras entre las que me encuentro (encontraba) llevareis años sufriendo sus efectos.
La tetraciclina es un antibiótico que durante las décadas de los 60 a los 80 se recetaba mucho.
Yo que de pequeña, y según cuenta mi madre, me pasaba el día con catarros y anginas las tomé. Un médico me recetó esta medicina que sí, me quitaría el catarro no os digo que no, pero me marco para siempre.
Las tetraciclinas tienen efectos secundarios, efectos secundarios duros, efectos secundarios de esos que marcan la vida de una persona, las tetraciclinas tiñen los dientes.
Seguro que en alguna ocasión las habéis visto o conocéis a alguna persona que las tenga, es fácil de reconocer. (Os ahorro la imagen en el post)
Los dientes tienen manchas, manchas horizontales de color marrón o gris, manchas que hacen que sonreír sea un problema y crean a la persona que las sufre inseguridad y un terrible complejo, os hablo con conocimiento de causa.
Yo empecé con este problema a partir de los diez años y siendo tan chiquitita ya tenía complejo.
Recuerdo perfectamente que un día viendo junto a mi madre a Miguel Bosé en la tele, pensaba que yo jamás iba a poder ser como él, una artista.
No pensaba en mi voz de grillo, que va. Yo le miraba y veía esos dientes tan blancos que se ven, me parecían fundamentales para triunfar, no estaba equivocada.
Desde ese momento tuve consciencia de mi problema, desde ese momento en el que tenía diez años y hasta hace dos semanas, con mis recién cumplidos treinta y ocho, he arrastrado este complejo y os aseguro que es muy difícil, todavía más trabajando en este mundo de la belleza.
Como os imaginareis durante todos estos años he ido buscando algo que solucionara el problema, he probado todos los blanqueadores dentales que caían en mis manos.
Que no os engañen, con las tetraciclinas no funciona ninguno.
He probado también blanqueadores profesionales en clínicas dentales con el mismo resultado, nada de nada, me he dejado engañar por una ¨prestigiosa¨ clínica dental madrileña que primero me quería poner ortondoncia… ¡Por dios!
He probado con ¨trucos¨ que encontraba por Internet, tipo bicarbonato, limón… terminando con los dientes igual de oscuros y un sabor de boca horroroso.
Resumiendo, he probado todo y todo me ha daba los mismos resultados, cero.
Hace unos años me hablaron de las carillas pero me informé y había que tallar los dientes hasta dejarlos a los pobres en su mínima expresión. Y claro, no me quise arriesgar, menos viendo como veía a Kiko Hernández con sus dientes demasiado-blancos-para-ser-de-verdad más tiempo en el suelo que en su boca.
Total, que desistí, me acostumbré a no sonreír en las fotos, a hablar enseñando poco los dientes y a tratar de convivir con mi complejo. ¿Que iba a hacer?
En esas estaba cuando justo después de navidad me llegó un email, un email de un dentista de Barcelona, lo primero que hice fue entrar en su página y… ¨Ay dios mío¨, era toda una referencia en el mundo de la estética dental.
Joan Autrán y su equipo me han devuelto la sonrisa. A su clínica iba en esos viajes a Barcelona que os he ido enseñando en Instagram, y desde el pasado 9 de abril luzco una sonrisa preciosa.
Una sonrisa natural, una sonrisa bonita y una sonrisa que ha dejado mis complejos atrás y que me hace mucho más feliz.
Y es que mira que es difícil convivir con los complejos…
Este es el primero de una serie de post en los que os iré hablando del tratamiento, os enseñare el antes y el después, os hablaré del cómo y sobre todo, sobre todo os hablaré de este gran profesional y de su maravilloso equipo.
Y no, no estoy siendo pelota, me sentí como en casa desde el primer día que crucé la puerta del Institut Autrán y eso es fundamental siempre, pero sobre todo cuando vas a hacerte un tratamiento de este tipo.
La semana que viene más….
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