Revista Cine
Título original: Thanatomorphose
Año: 2012
Duración: 100 min.
País: Canadá
Director: Éric Falardeau
Guión: Éric Falardeau
Reparto: Émile Beaudry, Kayden Rose, David Tousignant, Érika L. Cantieri, Karine Picard, Roch Denis Gagnon
Brutal cinta del terror más perverso.
La vida tiene cosas raras. La muerte también. Quizás más, quizás menos. La fabulación es nuestro divertimento preferido. Si no elucubramos, mentimos. Lo único importante es escapar de la realidad. Buscar continuamente, dentro o fuera de nosotros, algo para engañar, para distorsionar la realidad, y también queremos ser engañados. Mientes, miento, miente, solo tienes que ser inteligente y adivinarlo, es fácil, ¡vamos!, ¡diviértete!, mira tu cuerpo, cada rincón del mismo, es perfecto, los músculos se adivinan firmes debajo de tu piel. Pero te sigues engañando a ti mismo, piensas en el mañana, un punto lejano que te puede alcanzar en un instante. El mañana se convierte en hoy e incluso en ayer. Es una reflexión muy próxima a la locura, pero la auto-convicción es peor. Es una pesadilla, nada más y nada menos.
Toda máquina, por muy perfecta que sea, tiene sus mecanismos de autodestrucción, su obsolescencia programada. Todo tiene su inicio y su fin y al hombre también le pasa. El orden natural prevé que después de la muerte el mecanismo de auto-aniquilación, la tanatomorfosis en definitiva, empiece a funcionar inexorablemente. Cuando ese orden se transpone la cosa se complica. Estar vivito y coleando y ver como tu cuerpo se descompone no es muy agradable. Algo va mal. Puede que el cerebro siga intacto y actúe como un notario, peor sería que éste fuera el primero en caer, o no…
Laura es una joven que vive sola en su apartamento, pero recibe continuamente la visita de sus amigos. Poco a poco su cuerpo se va llenando de morados. La vista se dirige a su novio, que lejos de ser un maltratador, asiste impávido a la degradación de su amiga.
Arriesgado e inquietante film indie que nos lleva hasta el límite. Bebe en cierta medida de obras anteriores a las cuales pretende superar. Me estoy refiriendo a A l’interieur y Martyrs (ver las sensacionales reviews de estas películas de nuestro compañero Sergio Bosch). Dos obras maestras, la segunda mucho más que la primera en mi opinión, del cine francés más escatológico, aunque Thanatomorphose esté rodada en inglés al igual que Territories, otra obra canadiense que dio mucho que hablar en su proyección en el Festival Terrormolins del 2011. Volviendo ya a la obra de Eric Falardeau decir que tiene un cierto aire de inocencia, y de un “pasaba por aquí”, que la hace muy atractiva aunque tenga un ritmo muy lento y cansino. Hay muy pocos minutos de relax y todos los fluidos corporales, he dicho todos, están presentes en esta cinta, al igual que el sexo, no un sexo atractivo y sensual, sino otro más duro y mostrado en toda su crueldad y verosimilitud. El guión, también de Eric Falardeau es muy simple a la vez que muy original, podemos decir no obstante, que está llevado con mano firme durante todo el metraje, casi con obstinación. Hubiera hecho falta algo más de flexibilidad, y esta es, para mí, la diferencia entre un producto comercial y digerible y este producto innovador, salvaje y difícil de tragar. Por otro lado, las interpretaciones son muy correctas y están dentro de los cánones del cine independiente, sin ningún ánimo de ser peyorativo, destacando sin duda la de Kayden Rose en su papel de Laura ya que lleva el peso de toda la película. Otro de los aspectos a destacar es el de los efectos especiales, muy realistas y efectivos, logrando con creces alcanzar sus objetivos, en una palabra: espectaculares, llegan a provocar auténtico asco y repulsión.
En fin, nos hallamos ante algo diferente, fresco, innovador y que no os dejará indiferentes. Mucho me temo, no obstante, que será una obra un poco denostada, pero mejor será que no adelantemos acontecimientos. Lo mejor es verla y luego opinar.
Firma: Josep M. Luzán.