Revista Cine
The amazing Spider-man (Marc Webb, 2012. EEUU): extraña propuesta en forma de remake (sin querer serlo) y blockbuster de un film, el de Sam Raimi de 2002, tan, o más incluso, blockbuster que esta perspectiva del célebre superhéroe de Marvel. No difieren en demasía, al menos no en su concepción de cine espectáculo, salvo por un ritmo bien (mejor) llevado y, quizás, hecha como forma de hacer caja con la tecnología (y moda) de las 3D. A propósito de eso y como hecho diferencial con el film de Raimi, luce estupendamente, con unos efectos extraordinarios. La historia es de sobra familiar por todos. Esa escena de Rhys Ifans, ya dentro de los títulos finales, garantizó la, de momento, primera continuación, estrenada en 2014.